La comunidades parroquiales de Rubio y San Antonio con sus equipos de acción social, realizan jornadas especiales de caridad para atender y acompañar a más de tres mil familias afectadas por las lluvias perdiendo su vivienda y enseres.
Monseñor Mario Moronta, Obispo de San Cristóbal, expresó su cercanía y oración por los afectados, agradeciendo además a los sacerdotes y a las parroquias de la zona por dar una respuesta generosa ante la necesidad.
Durante la madrugada del pasado domingo 8 de noviembre los habitantes de Rubio -Municipio Junín- y de San Antonio -Municipio Bolívar- fueron sorprendidos por fuertes inundaciones causadas por la torrencial lluvia que comenzó cerca de las 10:00 pm del día anterior.
A pesar de los esfuerzos realizados, las corrientes de agua que desembocan en el “Rio Carapo” tomaron una fuerza tal que arrastró vehículos, destruyó viviendas y acabó con la vida de algunos ciudadanos.
Las parroquias de Rubio, junto con Cáritas Parroquial y diocesana, han socorrido con alimentos y artículos de primera necesidad a los afectados, particularmente a los habitantes de los sectores de la Palmita, el Cafetal y el Rosal. Las Parroquias de San Antonio, por su parte, también preparan algunos paquetes de alimentos, ropa y demás implementos básicos para solventar las carencias de aquellos que perdieron todo.
Junto con la Iglesia, autoridades regionales y nacionales, voluntarios, fundaciones, movimientos, se han hecho presente en ambos municipios, unos con ayudas materiales y otros con ayudas médicas. (Prensa DiocesisSC)