Numerosas diócesis también siguen aprovechando el encuentro semanal del Pontífice con fieles de todo el mundo, coincidiendo con la peregrinación jubilar. Siete diócesis francesas, incluida la Arquidiócesis de Marsella, presidida por el cardenal Jean-Marc Aveline, y ocho diócesis alemanas
Este compartir, de jóvenes entre 15 y 21 años, tuvo como objetivo principal evangelizar mediante las diferentes caracterizaciones, así como el compartir fraterno que propician estas actividades de la Diócesis de San Cristóbal
Tras el Jubileo de los Migrantes, celebrado el pasado 5 de octubre, «Migración,
una peregrinación de esperanza» representa una oportunidad para considerar
la migración no solo como un problema social de nuestro tiempo, sino como un
camino de esperanza que atraviesa la historia y abre nuevas perspectivas para
la humanidad
Es la ocasión que constituye el primer momento colectivo de la fase de implementación, llamada a traducir las indicaciones del Documento Final en decisiones pastorales y estructurales coherentes con la naturaleza sinodal de la Iglesia
En la Audiencia general del 22 de octubre, el Santo Padre al continuar con su ciclo de catequesis sobre “Jesús nuestra esperanza”, reflexionó sobre cómo la resurrección de Cristo puede curar una de las enfermedades de nuestro tiempo: la tristeza
Porque «son muchas las ataduras que nos mantienen cerca del pecado», la conversión «es una gracia» que debemos pedir con fuerza. La conversión implica el desapego del pecado y de la mundanidad, y su objetivo final, es la comunión y amistad con Dios. Es una síntesis de lo expresado por el Papa este domingo, reflexionando sobre el Evangelio del día, a la hora del Ángelus dominical.
Como cada domingo el Papa Francisco se asomó a la ventana del Palacio Apostólico para rezar junto con los fieles presentes en la plaza de San Pedro la oración mariana del Ángelus dominical. En este segundo domingo de Adviento, reflexionó sobre la figura y la obra de Juan el Bautista quien “señaló a sus contemporáneos un itinerario de fe similar al que el Adviento nos propone a nosotros”: este itinerario de fe – afirmó el Pontífice – es un itinerario de conversión.
La conversión implica el desapego del pecado y de la mundanidad
Tal como enseñaba el Bautista, que en el desierto de Judea proclamaba “un bautismo de conversión para perdón de los pecados”, convertirse, explicó Francisco, “significa pasardel mal al bien, del pecado al amor de Dios”, tanto en la vida moral como espiritual. En aquel entonces, “recibir el bautismo era un signo externo y visible de la conversión” de quienes escuchaban la predicación del Bautista y “decidían hacer penitencia”. Sin embargo, el bautismo “era inútil sin la voluntad de arrepentirse y cambiar de vida”.
“La conversión implica el dolor de los pecados cometidos, el deseo de liberarse de ellos, el propósito de excluirlos para siempre de la propia vida. Para excluir el pecado, hay que rechazar también todo lo que está relacionado con él: la mentalidad mundana, el apego excesivo a las comodidades, el apego excesivo al placer, al bienestar, a las riquezas.”
Juan el Bautista, un hombre austero, que renuncia a lo superfluo y busca lo esencial”, señaló el Obispo de Roma, “es el ejemplo de este desapego del pecado y de la mundanidad”.
El objetivo de la comunión y amistad con Dios
Pero el Santo Padre también habló del “otro aspecto” de la conversión, que es «el final del camino» constituido por “la búsqueda de Dios y de su reino”:
“El abandono de las comodidades y la mentalidad mundana no son un fin en sí mismo, no es ascetismo sólo para hacer penitencia: el cristiano no hace de faquir. Es otra cosa. El desapego no es un fin en sí mismo.sino que tienen como objetivo lograr algo más grande, es decir, el reino de Dios, la comunión con Dios, la amistad con Dios.”
Este objetivo “no es fácil”, añadió el Pontífice, “porque son muchas las ataduras que nos mantienen cerca del pecado: inconstancia, desánimo, malicia, mal ambiente y malos ejemplos”. A veces – continuó – el impulso que sentimos hacia el Señor es demasiado débil y parece casi como si Dios callara; nos parecen lejanas e irreales sus promesas de consolación, como la imagen del pastor diligente y solícito, que resuena hoy en la lectura de Isaías. Es entonces cuando se siente la “tentación” de decir que es “imposible convertirse de verdad”: ese desánimo, dijo el Papa, «es arena movediza de una existencia mediocre».
Numerosas diócesis también siguen aprovechando el encuentro semanal del Pontífice con fieles de todo el mundo, coincidiendo con la peregrinación jubilar. Siete diócesis francesas, incluida la Arquidiócesis de Marsella, presidida por el cardenal Jean-Marc Aveline, y ocho diócesis alemanas
Este compartir, de jóvenes entre 15 y 21 años, tuvo como objetivo principal evangelizar mediante las diferentes caracterizaciones, así como el compartir fraterno que propician estas actividades de la Diócesis de San Cristóbal
Tras el Jubileo de los Migrantes, celebrado el pasado 5 de octubre, «Migración,
una peregrinación de esperanza» representa una oportunidad para considerar
la migración no solo como un problema social de nuestro tiempo, sino como un
camino de esperanza que atraviesa la historia y abre nuevas perspectivas para
la humanidad
Es la ocasión que constituye el primer momento colectivo de la fase de implementación, llamada a traducir las indicaciones del Documento Final en decisiones pastorales y estructurales coherentes con la naturaleza sinodal de la Iglesia
En la Audiencia general del 22 de octubre, el Santo Padre al continuar con su ciclo de catequesis sobre “Jesús nuestra esperanza”, reflexionó sobre cómo la resurrección de Cristo puede curar una de las enfermedades de nuestro tiempo: la tristeza