En la Basílica de Santa María La Mayor, ante el icono de la Virgen Salus Populi Romani, el Papa Francisco elevó hoy una plegaria en acción de gracias por el éxito de su Visita Apostólica a Irak, que realizó desde el día 5 hasta ayer 7 de marzo, de donde trajo un ramo de flores muy especial que depositó a los pies de la virgen.
Con el lema «Todos ustedes son hermanos», Su Santidad llegó el viernes a la ciudad de Bagdad, donde inició su histórico recorrido por diversas ciudades de la nación para llevar un mensaje de paz y caridad al pueblo iraquí, que sufre las consecuencias de la guerra y la inestabilidad. Recordó el Papa a todos que «nos debe unir el servicio común de la caridad con nuestros hermanos», sin diferencias políticas o religiosas que solo causan división y odio.
En su viaje, visitó a la comunidad católica presente en el país, la cual ha pasado décadas escondida en las catacumbas, sometida por la ferocidad yihadista que predomina en territorio iraquí, y se reunió con el ayatolá Al-Sistani, la máxima autoridad chiíta del país, así como otros líderes religiosos reunidos simbólicamente en la llanura de Ur de los Caldeos, el lugar de partida de Abraham hacia la Tierra Prometida que Francisco espera se convierta en símbolo de la paz para todo Oriente Medio.
Por su parte, el Cardenal Louis Raphaël I Sako, Patriarca de Babilonia de los Caldeos,calificó el mensaje del Papa transmitido durante su estadía en Irak como un «adviento» para cristianos y musulmanes.
La visita a Irak es la 33ª realizada por el Sumo Pontífice, y ha sido catalogada como un hecho histórico, pues es el primer Papa en viajar a dicha nación, de mayoría chiíta, para llamar a la paz y la reconciliación entre hermanos de distintas religiones.