Después de rezar el Regina Coeli, el Santo Padre ha expresado su agradecimiento a Dios por poder volver a encontrarse en la plaza de San Pedro este domingo 18 de abril con los fieles: “Os digo una cosa: echo de menos la plaza cuando tengo que hacer el Ángelus en la Biblioteca. Estoy contento, gracias a Dios. Y gracias a vosotros por vuestra presencia” ha dicho a los fieles presentes en la plaza.
Llamamiento por Ucrania
Tras estas hermosas palabras, el Papa ha hablado de “algo triste”, asegurando que “sigue con profunda preocupación los acontecimientos en ciertas zonas del este de Ucrania, donde las violaciones del alto el fuego se han multiplicado en los últimos meses, y observo con gran inquietud el aumento de las actividades militares”. Ante esta trágica situación, Francisco ha hecho un llamamiento: “Por favor, espero que se evite el aumento de las tensiones y, por el contrario, se hagan gestos que promuevan la confianza mutua y fomenten la reconciliación y la paz que tanto se necesitan y se desean”. Además, ha expresado su cercanía a la población de Ucrania, “la cual vive una grave situación humanitaria” y ha rezado un Ave María por ella.
Beatificación de Simeón Cardón y cinco compañeros mártires
Momento que también ha querido aprovechar para hacer algún que otro recordatorio. Francisco ha recordado que ayer, en la abadía de Casamari, fueron proclamados beatos Simeón Cardón y cinco compañeros mártires, monjes cistercienses de esa abadía. “En 1799, cuando los soldados franceses que se retiraban de Nápoles saquearon iglesias y monasterios, estos mansos discípulos de Cristo resistieron con valor heroico, incluso hasta la muerte, para defender la Eucaristía de la profanación” ha expresado el Papa, a la vez que ha invitado a seguir su ejemplo: “Que su ejemplo nos impulse a un mayor compromiso de fidelidad a Dios, capaz también de transformar la sociedad y hacerla más justa y fraterna. ¡Aplaudamos a los nuevos Beatos!”.
Día de la Universidad Católica del Sagrado Corazón
También ha recordado que hoy se celebra en Italia el Día de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, la cual – dice – “desde hace cien años presta un valioso servicio a la formación de las nuevas generaciones”. Después, ha expresado su deseo de que “siga cumpliendo su misión educativa para ayudar a los jóvenes a ser protagonistas de un futuro rico en esperanza” y ha bendecido cordialmente al personal, a los profesores y a los estudiantes dicha universidad.