Los expertos han destacado que la crisis de la deuda en los países en desarrollo (PVD) está aumentando, lo que asfixia cualquier posibilidad de crecimiento
La Pontificia Academia Eclesiástica, tiene como finalidad preparar, mediante un curso de estudios especiales, a jóvenes clérigos para el servicio diplomático de la Santa Sede, una vez obtenido el grado eclesiástico
El Sumo Pontífice autorizó al mismo Dicasterio a promulgar los decretos relativos al milagro por intercesión del futuro beato sacerdote diocesano español Venerable Siervo de Dios Salvador Varela
En la misa participaron los sacerdotes: monseñor Roberth Hernández, y los presbíteros: Jesús Angarita, Abrahán Mora, Johan Pacheco, Juan Cárdenas, Dehivis Márquez. Y los seminaristas: David Duarte y Edgar Pineda
Totalmente abatidos, se entregan al desaliento, a la desesperanza, a la cultura de la muerte, pues Jesús había muerto y con su muerte todo había acabado. Se rinden. Se van. Se entregan a una vida de lamentos y fatiga. Habían perdido la fe y la esperanza. Eran muertos que caminaban
Estimados lectores, en la fiesta de la Virgen de la Consolación les encomendamos a la Madre de Dios que Asunta al cielo intercede por todos, nos dé la bendición y protección de su hijo Jesucristo.
Los expertos han destacado que la crisis de la deuda en los países en desarrollo (PVD) está aumentando, lo que asfixia cualquier posibilidad de crecimiento
La Pontificia Academia Eclesiástica, tiene como finalidad preparar, mediante un curso de estudios especiales, a jóvenes clérigos para el servicio diplomático de la Santa Sede, una vez obtenido el grado eclesiástico
El Sumo Pontífice autorizó al mismo Dicasterio a promulgar los decretos relativos al milagro por intercesión del futuro beato sacerdote diocesano español Venerable Siervo de Dios Salvador Varela
En la misa participaron los sacerdotes: monseñor Roberth Hernández, y los presbíteros: Jesús Angarita, Abrahán Mora, Johan Pacheco, Juan Cárdenas, Dehivis Márquez. Y los seminaristas: David Duarte y Edgar Pineda
Totalmente abatidos, se entregan al desaliento, a la desesperanza, a la cultura de la muerte, pues Jesús había muerto y con su muerte todo había acabado. Se rinden. Se van. Se entregan a una vida de lamentos y fatiga. Habían perdido la fe y la esperanza. Eran muertos que caminaban