La religiosa colombiana Gloria Cecilia Narvaez Argori, secuestrada por terroristas musulmanes el 7 de febrero de 2017 en Malí, ha sido finalmente liberada este sábado 9 de octubre.
La Presidencia de Malí anunció la noticia esta tarde, saludando “el coraje y la valentía de la hermana” de 58 años, que pertenece a las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada.
“La Presidencia de Malí saluda el valor y la valentía de la hermana. Esta liberación es la coronación de 4 años y 8 meses de esfuerzos conjuntos de varios servicios de inteligencia”, señala el gobierno en un breve comunicado publicado en sus redes sociales.
“El Presidente aprovecha esta oportunidad para asegurar al pueblo maliense y a la comunidad internacional que todavía se están haciendo esfuerzos para liberar a todas las personas, malienses como extranjeros, retenidas en el territorio de Malí. El Presidente de Transición felicita una vez más a las Fuerzas de Defensa y Seguridad y a los Servicios de Información”, añade el texto.
En un videomensaje compartido con ACI Prensa, Mons. Mario de Jesús Álvarez Gómez, presidente de la Comisión de Misiones de la Conferencia Episcopal de Colombia, dijo que pronto “darán más detalles de esta liberación”.
“Damos Gloria a Dios por este momento. Felicitamos a la Congregación, a la Iglesia Universal y agradecemos a las gestiones de la Santa Sede, la Nunciatura Apostólica en Colombia y de la Conferencia Episcopal. Gloria y bendición a Dios por este momento tan gozoso”, agregó.
La hermana Narvaez fue secuestrada el 7 de febrero de 2017 en Karangasso, en el círculo de Koutiala, en la frontera entre Malí y Burkina Faso, a manos del Frente de Apoyo para el Islam y los Musulmanes (SGIM), una rama de Al Qaeda con sede en Mali.
En mayo del 2021, la religiosa dio señales de vida con una carta escrita a mano donde pide que oren por ella.
“Les mando a todos mis más cordiales saludos. Que el buen Dios los bendiga y les conceda salud. He estado prisionera durante cuatro años y ahora estoy con un grupo nuevo”, indicó la Hermana Narváez en su mensaje.
La religiosa pidió en su mensaje “que todos recen mucho por mí. Que Dios los bendiga a todos”.
Antes de darse a conocer la carta, la última vez que se supo de ella fue en 2019, cuando en un video la religiosa pidió ayuda al Papa Francisco.
El general Fernando Murillo, detective a cargo de la investigación, reveló que el rapto se realizó con fines de rescate sin un monto económico exacto, que la Santa Sede mediaría su liberación, y que la religiosa tenía problemas de salud “en la pierna y el riñón”.