El ministro de Relaciones Exteriores, Félix Plasencia, exigió al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y a la alta comisionada de las Naciones Unidas para los DDHH, Michelle Bachelet, que se haga justicia por el caso de los jóvenes venezolanos (de 15 y 18 años) asesinados en Tibú, Colombia, momentos después que fueran detenidos por robar en un almacén.
A juicio de Plasencia, lo ocurrido con los menores de edad de nacionalidad venezolana se dio en un «contexto xenofóbico» que habría sido auspiciado por el presidente de ese país, Iván Duque, contra nuestros nacionales.
El diario La Nación refirió que una tía y un hermano del menor de 15 años lo lograron identificar tras cuatro días de haberse sucedido el incidente y que nadie hubiera aparecido en las instalaciones de Medicina Legal en Cúcuta. Los familiares pudieron llegar y realizar los trámites correspondientes para la repatriación de los cuerpos.
La ONU y las autoridades colombianas investigan el asesinato de los adolescentes que, luego de ser acusados de ladrones, aparecieron sus cuerpos en una zona rural con impactos de bala y con sus manos todavía amarradas. Un cartón con la palabra “ladrones” escrita a mano reposaba sobre el cuerpo del más pequeño, tirado bocabajo con una mochila roja.
El coronel de la policía de Colombia, Carlos Martínez, responsabilizó a las disidencias de las FARC por el hecho.
El fiscal designado por la extinta asamblea constituyente, Tarek William Saab, acusó el martes 12 de octubre al Gobierno de Colombia de políticas para «exterminar» a los migrantes venezolanos, tras el asesinato de dos niños acusados presuntamente de ladrones en el departamento Norte de Santander, fronterizo con Venezuela.
El fiscal aseguró que desde 2015 a 2020 se ha registrado el asesinato de 1.933 migrantes venezolanos y la desaparición de 836. «Casi tres mil venezolanos muertos víctimas del odio, de la xenofobia que las autoridades del Estado colombiano han impulsado y promovido contra la población venezolana residente en Colombia. Esos son delitos y crímenes de lesa humanidad», afirmó el fiscal en una rueda de prensa.
Por su parte, el defensor de los DDHH en Venezuela, José Santoyo, manifestó su indignación por lo ocurrido en el municipio Tibú y exigió a las autoridades colombianas que esclarezcan el hecho.
“Uno de ellos tenía un cartel con la palabra ´ladrón´. Todo esto ocurrió ante la mirada silente de las autoridades policiales de Tibú. Dónde están los responsables del hecho, cuánto ensañamiento, cuánto silencio. Hasta cuándo tanta injusticia con nuestros hermanos venezolanos en el exterior”, declaró el jurista.