Hoy se cumplen 400 años del nacimiento de la Congregación Propaganda Fide. El 22 de junio de 1622, el Papa Gregorio XV publicó la bula “Inscrutabili divinae Providentiae arcano”, con la que instituía un dicasterio vaticano desde el cual se pudiera coordinar la misión sin tener que depender de las coronas europeas.
El 22 de junio de 1622 el Papa Gregorio XV constituía un dicasterio vaticano para dirigir y coordinar las actividades misioneras en todo el mundo. Esta toma de conciencia de la prioridad de la evangelización, la potenció en todo el mundo evitando la injerencia del poder político. Bajo su jurisdicción hay en la actualidad 1.117 diócesis –una de cada tres del mundo-, conocidas como “territorios de misión”, donde vive cerca de la mitad de la población mundial. Con la reestructuración de la curia, ha pasado a formar parte del Dicasterio para la Evangelización, y el Papa le ha dado prioridad absoluta al asumir personalmente su dirección como prefecto, y ponerla en primer lugar en el organigrama de la curia.
Fue un momento muy importante en la historia de la Iglesia, ya que representó una toma de conciencia sobre la llamada indelegable de anunciar a Cristo. Los territorios que se le confiaron eran enormes, prácticamente todo Asia, Oceanía, África, norte de Europa y partes de América.
“La Congregación se reveló crucial para hacer que la misión evangelizadora de la Iglesia sea realmente tal, independiente de las injerencias de los poderes mundanos, con el fin de constituir las Iglesias locales que hoy muestran tanto vigor”, explica el Papa Francisco, en el mensaje del Domund de este año. “Deseamos que la Congregación, como en los cuatro siglos pasados, con la luz y la fuerza del Espíritu, continúe e intensifique su trabajo de coordinar, organizar y animar la actividad misionera de la Iglesia”.
Desde el primer momento la Congregación impulsó el respeto a las culturas autóctonas y la conservación de las lenguas y de aquellas estructuras sociales que respetaban la dignidad de todas las personas. Las Instrucciones Romanas (1659) a los misioneros lo atestiguan. El anuncio del Evangelio hasta los confines de la tierra debía inculturarse sin perder su esencia. Asimismo, desde el inicio se invitó a formar vocaciones locales en las misiones.
Desde muy pronto se tuvo conciencia de la necesidad de guardar todas las cartas y documentos que enviaban los misioneros desde diversas partes del mundo. Así nació el archivo de Propaganda Fide, una de las fuentes más importantes para conocer la historia de la Congregación y de las misiones de la Iglesia. Y no solo eso, contiene también la historia de las culturas y los pueblos donde iban los misioneros. Cuenta con cerca de 12 millones de documentos, que ocupan 3 kilómetros y medio de estanterías.
Se puede encontrar, por ejemplo, el primer mapa de Australia, hecho por un misionero dominico 100 años de su descubrimiento oficial por Cook. O las primeras gramáticas de muchas lenguas, diccionarios –incluido el que escribió San Charles de Foucauld tuareg-francés-, estudios de botánica, fauna… O las primeras fotografías – unos 15.000 negativos en cristal- que se tomaron en las misiones.
Pablo VI, con la Constitución “Universae Regimini Ecclesiae” (15 de agosto de 1967), cambió su nombre y pasó a llamarse “Congregación para la Evangelización de los Pueblos”. Con la nueva reforma de la curia, que entró en vigor el pasado 5 de junio, cambia de nuevo de nombre, y pasa a ser la Segunda Sección del Dicasterio para la Evangelización, que ocupa el primer lugar en el organigrama de la curia, y cuyo prefecto es el mismo Papa Francisco.
Actualmente se encarga de coordinar y dirigir la misión universal de la Iglesia en la primera evangelización, con poderes ejecutivos y administrativos: creación y división de diócesis, nombramiento de obispos… Bajo su jurisdicción están 1.117 territorios de misión, un tercio de las diócesis del mundo, donde vive cerca de la mitad de la población mundial, y donde se celebran uno de cada tres bautismos en el mundo.
De ella forman parte las Obras Misionales Pontificias: implican a todos los cristianos en la labor misionera a través de la oración y el donativo, y con lo recaudado sostienen el funcionamiento ordinario de los territorios de misión.
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La reestructuración de la curia tras la constitución apostólica “Praedicate Evangelium”, refleja el deseo del Papa de que la Misión sea el paradigma de toda la pastoral de la Iglesia. El cardenal Luis Alfonso Tagle, ahora co-prefecto del Dicasterio, explicaba en declaraciones recientes a OMP que aún no hay detalles, pero que en general, la Segunda Sección del Dicasterio va a seguir haciendo lo mismo que hacía hasta ahora la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, pero ahora en comunión y comunicación con la Primera Sección, dedicada a la reflexión sobre la evangelización. “Creo que va a ser una oportunidad maravillosa de tener una Primera Sección que estudie las cuestiones de la evangelización, y la Segunda Sección llevará a la primera experiencias de África, de Asia, de Oceanía. Y también de Europa y Latinoamérica”, explicaba.
En cuanto al hecho de que el Papa se haya puesto al frente, el cardenal Tagle ve una declaración de intenciones. “Cuando el Papa ve una prioridad, él puede decir: yo voy a ser el prefecto. Creo que está mostrando su visión acerca de su papel como Papa: el Papa no es solo un administrador, es el primer evangelizador”, explicaba Tagle.
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El 400 aniversario del nacimiento de Propaganda Fide se enmarca en un año en el que la Iglesia universal celebra una serie de centenarios muy importantes para la misión: 400 años de la canonización de San Francisco de Javier, y 200 años desde que se fundó la Obra de la Propagación de la Fe (germen del Domund); 100 años desde que el Papa convirtió las Obras Misionales en “Pontificias” asumiendo varias iniciativas particulares que ya existían…Y como broche de oro, la beatificación el pasado 22 de mayo de Pauline Jaricot, la mujer que abrió el camino al Domund.
Prensa CEV