Nativo del continente Asiático, el santo posiblemente nacido en Esmirna, alcanzó la Galia en el 177 d. C. Una vez que todavía era muchacho, poseía como maestro al obispo Policarpo, discípulo del apóstol Juan. Ha sido un verdadero declaración cristiano en un lapso de tiesa persecución. Para evangelizar a celtas y germanos, aprendió las lenguas de esos pueblos conocidos como los bárbaros.
Como pastor, se diferenció por la riqueza de la ideología y el ardor misionero. Una de las herejías a las que se confrontó ha sido el «gnosticismo», un desplazamiento filosófico-religioso conforme el cual la fe enseñada en el santuario podría ser solo un simbolismo. De sus escritos, quedan tan solamente 2 obras: los 5 libros titulados «Contra las herejías» y “La exposición de la Predicación Apostólica».
Lee también:Santo de hoy 22 de junio: San Albano de Verulamio
Las obras literarias de San Ireneo le han valido la dignidad de figurar prominentemente entre los Papás de el santuario, debido a que sus escritos no solamente sirvieron para situar los cimientos de la teología cristiana, sino además para exponer y objetar los errores de los gnósticos, defendiendo de esta forma la fe católica de las insidiosas doctrinas de esos herejes.
En el año 177 se le mandó a Roma con una delicadísima tarea. En etapa de la persecución de Marco Aurelio, enviaron al Papa Eleuterio, por conducto de Ireneo, «la más piadosa y ortodoxa de las cartas», con una apelación al Pontífice para que tratase con suavidad a los hermanos montanistas de Frigia. Asimismo, recomendaban al portador de la misiva, como a un sacerdote «animado por un celo vehemente para ofrecer declaración de Cristo». Tan rápido regresó a Lyon, ocupó la sede episcopal que había dejado vacante San Potino.
Le podria interesar:Informe ACNUR: Cien millones de personas en fuga en todo el mundo
Redactó un tratado de 5 libros, en cuya primera parte expuso las doctrinas internas de las múltiples sectas para contraponerlas luego a las enseñanzas de los Apóstoles y los textos de las Sagradas Escrituras. En su procedimiento de enfrentamiento, Ireneo plantea la teoría «enemiga», la realiza hasta llegar a su conclusión lógica y, mediante una eficaz reductio ad absurdum, nace a mostrar su falsedad.
Ireneo estaba firmemente convencido que de que parte importante del llamativo del gnosticismo, estaba en el velo de misterio con que gustaba de envolverse. San Ireneo se preocupa más por transformar que por confundir, por consiguiente redacta con estudiada moderación y cortesía. Debido a sus escritos, los gnósticos dejaron de constituir una amenaza para el templo y la fe católicas.
Muerte
Se desconoce el año de su muerte. Según una tradición siguiente, se asegura que ha sido martirizado. Los restos mortales de San Ireneo, como lo sugiere Gregorio de Tours, fueron sepultados en una cripta, bajo el altar de la que entonces se nombraba Congregación de San Juan, sin embargo después se llamó de San Ireneo. Esta tumba o santuario ha sido destruída por los calvinistas en 1562 y , al parecer, desaparecieron los últimos vestigios de sus reliquias.