El Papa Francisco recordó que el “discernimiento es la lectura narrativa de los momentos hermosos y de los momentos oscuros, de los consuelos y de las desolaciones que experimentamos a lo largo de nuestra vida”.
Es común que las personas se digan a sí mismas más palabras negativas que positivas, por lo que en su Audiencia General el papa Francisco quiso compartir con la comunidad 4 consejos para lidiar con el pesimismo:
1. Ver nuestra vida como un libro
“Nuestra vida es el “libro” más valioso que se nos ha entregado, un libro que muchos lamentablemente no leen, o lo hacen demasiado tarde, antes de morir”, aseguró el Obispo de Roma en la Plaza de San Pedro, invitándonos a leer nuestra propia historia, reconociendo en ella la presencia de elementos tóxicos, mensajes estereotipados que nos alejan de nosotros mismos y nos hacen daño; pero también, aprendiendo a notar otras cosas, haciéndola más rica y respetuosa, logrando también recoger las formas discretas con las que Dios actúa en nuestra vida.
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2 .No ganar el Premio Nobel a la negatividad
Su Santidad relató la anécdota de una persona que era conocida por su negatividad, tanto así, que se merecía el Premio Nobel. Esta persona, sin embargo, tenía también muchas cualidades que rara vez veía, hasta que un buen día conoció a alguien que cada vez que la escuchaba hacer un comentario negativo, la retaba: “Pero ahora, para compensar, di algo bueno de ti”.
Este sencillo ejercicio, que podemos practicar diariamente, nos permitirá ver también las cosas buenas que Dios siembra en nosotros.
3. Contar la propia vida
¿Te ha pasado que te sientes agobiado y lleno de problemas, pero cuando lo platicas con alguien empiezas a notar soluciones y detalles que no habías visto? Lo mismo pasa con la propia vida, el Papa lo relata:
“Podemos preguntarnos: ¿yo he contado mi vida a alguien alguna vez? Esta es una experiencia hermosa de los novios, que cuando se lo toman en serio cuentan la propia vida… Se trata de una de las formas de comunicación más hermosas e íntimas, contar la propia vida. Esto permite descubrir cosas desconocidas hasta ese momento, pequeñas y sencillas, pero, como dice el Evangelio, es precisamente de las cosas pequeñas que nacen las cosas grandes (cf. Lc 16,10).”
4 .Preguntarnos qué sucede dentro de nosotros
“Preguntémonos, al final del día, por ejemplo: ¿qué ha sucedido hoy en mi corazón? Algunos piensan que hacer este examen de conciencia es hacer la contabilidad de los pecados que has cometido, cometemos muchos, pero también es preguntarse ‘¿qué ha sucedido dentro de mí, he tenido alegría? ¿Qué me ha traído la alegría? ¿Me he quedado triste? ¿Qué me ha traído la tristeza?’ Y así aprender a discernir qué sucede dentro de nosotros“, concluyó el Santo Padre.
Con información Desde La Fe