Un rotundo silencio persiste en el estado Táchira, sobre el número de contagios y muertes a causa del COVID-19, puesto que las autoridades sanitarias no ofrecen una publicación actualizada con el acumulado, en lo que va de pandemia.
El infectólogo Javier Roa, explicó que esto no es nuevo, pues los entes encargados tienen un hermetismo ante cualquier enfermedad, pues desde el año 2016, no se emite el boletín epidemiológico necesario para el control y vigilancia de ciertas enfermedades.
La última publicación sobre coronavirus en la entidad correspondió a la fecha del 17 de diciembre del año 2021, el cual evidenció 13 casos comunitarios, cero fallecidos, y cero casos activos importados.
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En cuanto al acumulado de contagios confirmados, la cifra fue de 14.171, de los cuales 9.082 eran comunitarios, y 5.089 importados. 13.664 personas superaron la enfermedad y otras 222 perdieron la vida a causa del virus.
El último reporte del Hospital Central de San Cristóbal, corresponde al 27 de diciembre de 2021, en cuyo informe señaló que, 21 personas se encontraban hospitalizadas en las salas de aislamiento, de ellos tres en la Unidad de Cuidados Intensivos, y 12 fueron atendidos en la sala de triaje respiratorio.
“En algunos medios vemos declaraciones del director del Hospital Central, quien informa de apenas dos o tres pacientes hospitalizados por mes en la unidad de COVID-19, y esto mismo se refleja en los municipios, por ejemplo, en el Hospital de Rubio no hay pacientes desde hace tres meses en el área COVID-19” dijo.
En Venezuela de acuerdo a declaraciones del ministro de Comunicación e Información, Freddy Náñez, hasta el 23 de noviembre de este año, se contabilizaron 47 nuevos contagios, de los 15 fueron de transmisión comunitaria, y de esta cifra uno corresponde al estado Táchira.
El acumulado en el país en lo que va de pandemia es 546.937 casos confirmados y 5.827 fallecidos en todo el país, mientras tanto en el mundo, se han registrado 637,5 millones de casos y 6.63 millones de muertes.
Pruebas
Fue enfático al señalar el galeno que muchos casos no son reportados, pues las personas no acuden a las consultas médicas, y prefieren tratarse en sus viviendas, sin confirmar si padecen o no la patología.
Para esto es necesario hacerse una prueba, sin embargo, Roa descartó la realización de los hisopados, a pesar que la región contaba con una unidad móvil del Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel, pero que “de buenas a primeras desapareció ese laboratorio, y ahora las muestras deben ir a Caracas, y esperar que se reporten” indicó.
Mencionó que anteriormente quienes se encontraban recluidos en diversos nosocomios, al fallecer en su certificado de defunción se ponía muerte por falla pulmonar respiratorio, pero “nosotros veíamos que ese paciente había muerto por COVID-19, pero no podíamos etiquetarlo por esta enfermedad al no tener las pruebas en las manos, o porque no se le hacían las pruebas porque no habían” acotó.
Refirió que las infecciones a nivel mundial que se encontraban en 15 millones, disminuyeron a 13.8 millones. En Estados Unidos el descenso del virus es del 40%, en México del 60%, mientras que Colombia del 80%.
De acuerdo al boletín epidemiológico No. 799 del Instituto Departamental de Salud en Norte de Santander, entre la semana del 11 de noviembre al 17 de noviembre, se reportaron 12 nuevos casos, cero fallecidos, 18 casos activos, y la ocupación de UCI con un 77%.
Vacunación
El director de la ONG Médicos Unidos de Venezuela, Jaime Lorenzo, destacó que el Gobierno nacional mermó la campaña de vacunación en la población, a pesar que es una enfermedad que sigue estando presente, junto a las diversas variantes.
“En Venezuela sacan un reporte de cero mortalidades, pero no vemos que se siga haciendo insistencia en vacunación o por lo menos, en continuar vacunando para cubrir un mayor porcentaje de personas, esto no se ve en ninguna parte, así como tampoco, la inmunización en la red de farmacias privadas como se venía haciendo” manifestó.
Detalló que Locatel, es el único centro en la ciudad de Caracas que mantiene sus puestos de vacunación, pues los demás establecimientos retiraron los mismos.
“Entonces nos preguntamos, cuál es el porcentaje real de venezolanos vacunados con las tres dosis, pero esto no lo sabe nadie, ni siquiera la Organización Panamericana de Salud, pues tienen un tiempo que no publican” puntualizó.
El relajamiento de las medidas de bioseguridad como el uso adecuado de la mascarilla, lavado de manos y distanciamiento social le preocupa al médico, pues esto genera la expansión del virus en las comunidades.
“Esto podría generar un brote, puesto que es común que en bancos, instituciones públicas y privadas no se use el tapabocas” añadió.
Oxígeno
Vinicio Guerrero, dueño de ABR Suministro y Servicios Médicos recordó que, en los picos de la pandemia en la región, el servicio de oxígeno recibió una alta demanda, por aquellos pacientes que se trataban en sus viviendas, cuyo costo fue de 30 y 50 dólares que incluía regulador, flujómetro, vaso humidificador y mascarilla con reservorio.
“Al principio y por más de un año, fue un trabajo fuerte por varios factores, entre ellos los contagios, que se representaban entre una cantidad de pacientes que acudían a los centros de salud, otros que tenían seguros médicos, y aquellos que se cuidaron en sus casas” dijo.
Los teléfonos no paraban de sonar, las solicitudes no mermaban y quienes trabajaron con este servicio, tuvieron que ingeniárselas de mil maneras, para poder cumplir con el servicio y ayudar a quienes estaban contagiados con el coronavirus.
En enero de 2021, en más del 500% aumentó la demanda de los cilindros en la región, debido a que, en el mes de diciembre de 2020, el presidente Nicolás Maduro anunció la medida de flexibilización, que solo sirvió para expandir el virus.
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Las consecuencias comenzaron a verse en los siguientes tres meses, donde los hospitales estuvieron abarrotados de enfermos, y con ello llegó el número de muertes, tanto en jóvenes como adultos.
“En nuestro caso teníamos hasta 60 personas de manera directa, que aunque parecía imposible, logramos atender de manera articulada, puesto que hubo días, donde podíamos atender hasta 100 llamadas de personas haciendo solicitudes” apuntó.
Ante la demanda, las plantas de suministro comenzaron a presentar fallas para el llenado, por lo cual “nuestra empresa tuvo que abrir operaciones fuera del estado para poder cargar, ejemplo, Valencia, Acarigua, Barquisimeto” dijo.
Recordó que, en varias oportunidades, mientras los vehículos circulaban por las calles aparecían las turbas de personas para pedirles oxígeno.
“Cuando aparecieron las variantes, teníamos momentos donde había meses que teníamos altas demandas del servicio, como había otros momentos en que las solicitudes disminuían por 21 días, pero tras esto volvía y subían” acotó.
En su opinión, esta situación se presentó hasta diciembre del pasado año. La distribución se manejó de hasta 200 cilindros diarios.
“Tuvimos pacientes, que necesitaban entre ocho hasta 20 cilindros diarios, es decir, casi cada hora un cilindro, lo que representó un gran trabajo para nosotros, pues debíamos tener todos los equipos entre los concentradores, mascarillas, entre otros insumos” acotó.
Entre febrero y marzo de este 2022, donde se registró la cepa de ómicron, el consumo fue bajo, cuyo oxígeno estaba destinado para los adultos mayores, que se estaban tratando la enfermedad en sus casas.
Desde hace 20 días, Guerrero no ha ofrecido oxígeno a pacientes que presenten infecciones relacionadas a coronavirus, sin embargo, comentó que los pacientes que lo solicitaron meses atrás, presentan patologías desarrolladas tras padecer la enfermedad.
Maryerlin Villanueva
