La Iglesia dentro de su papel orientador es propagadora de lo que cree y le ha sido confiado. Sus enseñanzas y gestos que expresan el amor a la Verdad en su transparente transmisión, ve en la buena Prensa un gran medio.
Las últimas palabras de la Carta Pastoral de fundación de Diario Católico, cristalizan con brevedad y sencillez su programa de acción: “Un periódico que tenga por principal misión instruir al pueblo sobre muchos puntos de doctrina y estar vigilante para orientarlo cuando haya menester, informar su criterio y rectificar en lo que a la fe o las buenas costumbres se refiera” (13 mayo 1924).
Con este marco de visión el Siervo de Dios Mons. Sanmiguel afirmaba: “En vista, pues de las consideraciones expuestas, disponemos que se funde un periódico diocesano de circulación diaria que se denominará Diario Católico”. Al celebrar sus 99 años de fundación es necesario preguntarnos ¿Cómo fue el contexto histórico en que se da la fundación de Diario Católico?
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En octubre de 1923 el Episcopado Venezolano se reunió una semana en Caracas, buscando que la Legislación Pastoral venezolana actualizace según las indicaciones del Código de Derecho Canónico de 1917. Este trabajo se hizo y fue fructuoso, entre los temas tratados se reconoció la necesidad de Prensa Católica en todas las Diócesis. Mons. Sanmiguel dentro de sus intervenciones propone apoyar Diario la Religión establecido en Caracas, pero igualmente se trajo el deseo de crear un medio de comunicación en la Diócesis que se preparaba a recibirlo en noviembre del mismo año. (Cfr. Porras, CEV, II, 1889-1984 pp. 113-114.)
El contexto político, social y económico estaba enmarcado por el gobierno de Juan Vicente Gómez quien juramentó al General Eustaquio Gómez como presidente Constitucional del Estado Táchira. Eustoquio era un hombre rígido y severo que produjo el repudio de la sociedad sancristobalense por el exilio de muchos políticos. Diario Católico nace en una época de una Venezuela rural, tiempo de la contienda entre liberales y conservadores que se disputaban el parcelamiento territorial, producto de las secuelas del siglo XIX heredadas de la independencia.
Se entra en una de las etapas económicas más difíciles de América Latina surgida por la finalización de la I guerra mundial y Venezuela solo dependía de la agricultura. Es asimismo el tiempo de la construcción de la carretera trasandina y los comienzos de la explotación petrolera a cargo de compañías transnacionales.
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Sin embargo, comienza San Cristóbal a presentar deseos de progreso con el estudio y cultivo de las letras, la música y el bienestar social. Se crea el Hospital San Juan de Dios por el Pbro. Manuel María Lizardo, el salón de lectura presidido por R.J Velazquez quien fuese el segundo director de Diario Católico, aparecen el Liceo Simón Bolívar, el Club Táchira y las bandas del Estado que acompañaban las actividades cívico-religiosas.
El contexto intelectual se movía en medio de otros periódicos como “Voz del Siglo”, “Albores”, “El Adalid Católico” entre otros. El analfabetismo era de un 75 % de más de dos millones de habitantes en Venezuela. Pero uno de los grandes aportes fue el afán por la instrucción pública, por ello las ideas de Dios, Patria, Ciudadanía, Honor y Sociedad se iban introduciendo en las aulas de clase, que enseñaban y colocaban en la mente y el corazón de los niños valores para la construcción de una sociedad humanista. ¡Ojalá podamos renovar nuestros tiempos con estos criterios!
Así llegamos al contexto religioso, donde San Cristóbal en 1922 aparece como ciudad mitrada con su primer obispo. La Catedral dirigida por el Pbro. Primitivo Galaviz quien era Vicario General y el Pbro. Luis Alejandro Rodríguez, como primer director de Diario Católico. Sanmiguel comprendió la necesidad de fundar un medio de comunicación para difundir su obra y garantizar al lector católico, una vía de formación de su espíritu y conducta social, en medio de los contextos en que iniciaba esta obra de Dios.
Pbro. Jhonny Zambrano