En una reciente carta dirigida a todos los habitantes del Táchira y a las personas de buena voluntad, Mons. Mario Moronta reafirma el compromiso histórico de la Iglesia como servidora de la humanidad y constructora de la “civilización del amor”, tal como lo enunció el Papa Pablo VI. La carta destaca la misión de la Iglesia de dar testimonio del amor fraterno y la importancia de ser “expertos en humanidad” en tiempos difíciles.
Desde los inicios de su labor, la Iglesia ha estado al lado de los más necesitados y perseguidos, cumpliendo con el mandato del Evangelio de acompasar a aquellos que sufren. Recordando la titánica labor realizada durante la II Guerra Mundial para salvar a miles de judíos y otros perseguidos, Mons. Moronta enfatiza que la Iglesia en Venezuela no ha cesado en su acompañamiento a quienes enfrentan las consecuencias de la migración y las catástrofes naturales, así como a aquellos que sufren por razones políticas.
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En el contexto de los recientes eventos electorales del 28 de julio, Mons. Moronta expresa la preocupación por la percepción de vulneración de la voluntad popular y hace un llamado a la transparencia del poder electoral. En su mensaje, recuerda que la democracia es “gobierno del pueblo” y no debe ser monopolizada por ninguna facción política.
A pesar de las manifestaciones pacíficas del pueblo exigiendo ser escuchado, la carta también aborda la violencia que ha surgido, señalando la necesidad de rechazar el uso desmedido de la fuerza pública y abogando por un orden que respete a todos los ciudadanos, sin atropellos ni persecuciones.
Mons. Moronta destaca que la democracia requiere un diálogo constructivo, fundamentalmente basado en la escucha respetuosa y en la búsqueda de un proyecto común. La Iglesia, fiel a su misión, continúa promoviendo el respeto a la dignidad y derechos de cada persona, llamando a la reconciliación y la fraternidad como elementos esenciales de una convivencia pacífica y justa.
(PrensaDiocesisSC)