Cercano a la celebración de la Solemnidad de todos los Santos y el día de los fieles difuntos por parte de la Iglesia Católica, ha tomado auge la práctica de una tradición pagana que, apoyada en la publicidad y el comercio, solapa intenciones contrarias a la fe cristiana. Esta es la celebración de Halloween.
El presbítero José Lucio León, señaló que no es nada agradable el juego de “dulce o truco”, pues solo representa buscar el intercambio del alma al demonio, por lo tanto, la fiesta de Halloween es un culto a la brujería, hechicería, magia, satanismo, ocultismo y espiritismo que se ha propagado en casas o negocios.
Esto se refleja con los adornos que ponen en las fachadas o dentro de las viviendas, por ejemplo, telarañas, arañas, monstruos, calabazas, muertos. “El otro día pasé por un sitio, había reflejado una bolsa negra, así con un tirro, como si fuera un cuerpo colgado, la gente se disfraza, se coloca heridas ficticias y brazos rotos”, expresó.
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La Iglesia católica no celebra Halloween pues la feligresía cree en un Dios vivo, en un Cristo resucitado y no un Dios muerto, tal y como lo que busca resaltar esta fiesta pagana.
“Disfrazarse es complacer al demonio es complacerlo a él, ¿por qué? porque se habla de brujería, hechizos, astrología magia, adivinación, que son cosas que no agradan a Dios, son detestables para Dios y detestables para el que es un buen cristiano. Por eso, nosotros no podemos absolutamente evocar a los muertos”, dijo.
Aseguró que las personas deben seguir las palabras de San Pablo sobre que no hay que juntarse con los que rechazan la fe, por el contrario, se debe vivir con la luz y no con las tinieblas, ya que no hay armonía entre Cristo y Satanás.
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Para León es importante agradar a Dios, descartando lo que hacen padres y representantes de disfrazar a sus hijos con cosas relacionados con satanismo, es decir, “entonces nosotros estamos reconciliándonos con Dios, hablamos de reconciliación, vamos a misa, rezamos el rosario, pedimos a San José, le pedimos a Santa Rita y resulta que disfrazamos a los niños de demonios. Hay que ser coherentes en la vida”, aseveró.
Otro punto importante, es el miedo, continuó el sacerdote, quien enfatizó que Jesucristo dice, no tengan miedo, no teman. Jesucristo sobre el agua dijo, no tengan miedo, soy yo. Yo soy real, vengan, soy yo. Por lo tanto, es importante no tener miedo de amar a Cristo.
“El Señor nos dice, no tengas miedo, yo estoy contigo. Busqué al Señor y me escuchó, me libró de mis temores. Entonces tenemos que buscar la manera de revestirnos de luz. Tenemos que buscar la bandera, es decir, sabemos que esa fiesta de Halloween está ligada a las cosas oscuras, a los ritos satánicos, espiritismo y demás cosas demoníacas”, agregó.
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Eso es en el fondo Halloween, afirmó León quien indicó que la oscuridad y el miedo son las banderas principales de esta fiesta satánica. “Por eso tenemos que comprender, dice la carta a los romanos, que el tiempo en el que estamos, porque es hora de despertar del sueño. Por eso la luz no tiene nada en común con las tinieblas por eso celebrar Halloween es celebrar el miedo y el temor”, agregó.
Maryerlin Villanueva