El día central de la celebración del Centenario del Seminario Diocesano Santo Tomás de Aquino inició con la celebración de las Laudes Solemnes.
Posteriormente, con la presencia de la sagrada imagen de Nuestra Señora de la Consolación, a quien está dedicado el Alma Mater de la Diócesis, se celebró la Eucaristía Central, presidida por Mons. Lisandro Rivas, obispo de la Diócesis de San Cristóbal, acompañado por el Nuncio Apostólico en Japón Mons. Francisco Escalante, el Obispo Auxiliar Mons. Juan Alberto Ayala, obispos invitados y el presbiterio diocesano, así como los seminaristas de la etapa de esta casa de formación, así como las autoridades y personas invitadas.
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La homilía estuvo a cargo de monseñor Francisco Escalante, Nuncio Apostólico de Japón, exalumno del Seminario Diocesano, quien expresó su gratitud a todos quienes acompañaron la celebración centenaria.
Manifestó que la ocasión es plena para dar gracias a Dios por esta casa que ha formado a los pastores que guían y acompañan la fe del pueblo de Dios.
Recordó a los Obispos y formadores que a lo largo de cien años dedicaron su esfuerzo por el mejoramiento y consolidación de la labor del Seminario.
Comentó que el Seminario es el corazón de la Diócesis y más allá, un espacio y lugar donde se forman buenos ciudadanos y cristianos, de manera que, aporten al bien común desde su accionar.
Planteó la interrogante sobre qué sacerdotes debe formar el seminario en este tiempo.
Asimismo, citó al Papa Francisco quien ha destacado la necesidad de entrega, cercanía, sencillez, lo cual implica permanecer en el amor de Dios.
“El seminario debe ser testimonio del evangelio y el comportamiento diario debe dar fe de ello” expresó.
Al finalizar la eucaristía, intervino el presbítero Reinaldo Balza, rector del Seminario, quien destacó el sentimiento de certeza del amor de Dios que se manifiesta sobre el Seminario.
¡100 Años ConfigurandoPastores!
Prensa Diócesis SC