El Espíritu Santo ha inspirado a los cardenales para nombrar al sucesor de Pedro, el hombre de Dios que recibió, no un trono sino una misión: conducir la Iglesia y acercar las almas al abrigo del altísimo.
El obispo de la Diócesis de San Cristóbal, monseñor Lisandro Rivas y el obispo auxiliar, monseñor Juan Alberto Ayala manifestaron su alegría y expectativa en este momento tan especial para los católicos.
Monseñor Lisandro Rivas
“La elección del nuevo Papa León XIV, es un don y regalo de Dios padre misericordioso a su Iglesia, especialmente en este Año Jubilar de la Esperanza, que nos anima a seguir adelante en espíritu sinodal, siendo artífices de paz, como bien lo ha expresado en sus primeras palabras”, expresó monseñor Lisandro Rivas.
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Comentó que el Pontífice muestra ser un pastor humilde, humano y cercano, dispuesto a continuar el legado del Papa Francisco, pero con una impronta agustiniana, fuente y manantial que ha sostenido su vida en su seguimiento a Jesús y sirviendo a la iglesia como discípulo misionero.
El obispo diocesano destacó la invitación del Papa León XIV, quien como discípulo misionero nos ha invitado a colocar a Cristo al centro de nuestra vida, buscando hacerlo presente en nuestras realidades, especialmente allí donde hay ausencia de Dios. Presencia que el discípulo misionero debe testimoniar en su compromiso por la paz.
“Nos invitó a no tener miedo, a buscar establecer puentes que nos hagan reconocernos como hermanos y sobre todo a ser luz que ilumina nuestro mundo y nos hace caminar en la verdad”.
Se refirió a la experiencia y cercanía del Pontífice con América Latina: “Nuestro Papa León XIV por haber adquirido nacionalidad peruana, el haber trabajado como misionero Agustino en Perú, el haber servido a la iglesia peruana como pastor nos hace reconocerlo como nuestro, irradiando paz, serenidad y cercanía y sobretodo caminando juntos con la Iglesia Católica que peregrina en nuestro continente y en el mundo entero”.
Monseñor Rivas le encomendó en oración al Señor Jesús, para que Él que lo ha elegido para este ministerio, le acompañe y sostenga en su servicio petrino a la Iglesia universal.
Monseñor Juan Ayala
El obispo auxiliar, monseñor Juan Alberto Ayala, destacó el llamado del Pontífice a luchar sin miedo por la justicia y por la paz. Con esperanza compartió su impresión del sucesor de Pedro:
“Lo considero una persona muy sencilla, humilde y cercana. Con gran amor y gusto por la misión y evangelización. En su primer mensaje nos invitó a todos a luchar por La Paz y la justicia sin miedo. A caminar juntos en clave sinodal y a seguir construyendo el Reino de Dios. Considero que va a luchar por el bien de la Iglesia y la evangelización de los pueblos”.
Ana Leticia Zambrano