El Papa León XIV se dirige con afecto y gratitud a los participantes en la reunión plenaria de la Reunión de Obras de Ayuda a las Iglesias Orientales (ROACO) por el apoyo ofrecido a los pueblos devastados por las guerras. Un apoyo que, dice, es como «una bombona de oxígeno» en un aire que se ha vuelto «tóxico».
El Pontífice pide a todos que desenmascaren toda mistificación que se esconde detrás de los conflictos: «La gente no puede morir a causa de las noticias falsas». Entre las preguntas que plantea: «¿Cómo se puede seguir traicionando los deseos de paz de los pueblos con la falsa propaganda del rearme, en la vana ilusión de que la supremacía resuelve los problemas en lugar de alimentar el odio y la venganza?». E invita a rezar, ayudar y dar testimonio de Cristo para salir de la lógica de la represalia y la división.
La violencia de la guerra tiene una vehemencia diabólica
En la Sala Clementina del Palacio Apostólico, el Papa se reúne con los miembros de las Agencias de la ROACO al término de la sesión anual de trabajo, a la que muchos no han podido asistir porque el viaje desde Tierra Santa se ha visto afectado por la guerra. La delegación está encabezada por el cardenal Claudio Gugerotti, prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales.
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Y es precisamente la guerra que ensangrienta estas tierras, desde Ucrania hasta la «trágica e inhumana situación de Gaza» y todo Oriente Medio, la que constituye el tema fundamental del discurso de esta mañana, 26 de junio. Una guerra que «envuelve en un manto de odio» y que, aunque históricamente ha marcado estas regiones, ahora se ensaña con una fuerza perversa:
“Hoy en día, la violencia bélica parece abatirse sobre los territorios del Oriente cristiano con una vehemencia diabólica nunca antes vista.”
La gente no puede morir a causa de las noticias falsas
El Papa hace un llamamiento a la claridad y, cuando habla de las Iglesias orientales, no deja de señalar con pesar que, incluso dentro de la comunidad católica, no han faltado hasta ahora «abusos e incomprensiones». Sobre los conflictos actuales, las palabras del Papa Prevost son lúcidas y bien articuladas:
“Todos nosotros, la humanidad, estamos llamados a evaluar las causas de estos conflictos, a verificar las verdaderas y tratar de superarlas, y a rechazar las falsas, fruto de simulaciones emocionales y retórica, desenmascarándolas con decisión. La gente no puede morir a causa de las noticias falsas.”
Con información de Vatican News