Durante la mañana de este domingo, la Basílica Nuestra Señora de la Consolación en Táriba, recibió a niños, niñas y mujeres embarazadas quienes con la esperanza y fe puesta en Dios recibieron de manos del obispo emérito de la Diócesis de Machiques, monseñor Ramiro Díaz, una bendición colmada de amor y consejo para ir limpiando el camino que los hará servidores del Señor.
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La Santa Misa fue concelebrada por el párroco de la basílica, el presbítero Jesús Duque; el vicario parroquial, Yerson Pedraza; el sacerdote Edwin y el diácono Jesús Cárdenas, quienes agradecieron la participación y animaron a todos a ser partícipes de las festividades para honrar a la virgen de la Consolidación que desde ya se están gestando.

Durante su homilía, monseñor Díaz hizo un llamado a los padres para que se comprometan a guiar a sus hijos en el camino de la fe, subrayando que la gracia de Dios siempre está presente, pero requiere de una respuesta y cooperación activa por parte de cada miembro que conforma el hogar.

«La gracia del Señor no faltará, pero no hará nada si no hay cooperación», afirmó.

Monseñor Díaz pidió a las madres que acojan las enseñanzas del evangelio para así poder llevar a sus hijos hacia la luz del mundo, resaltando la importancia de fortificar las bases de la religión en los corazones de los niños y niñas para así siempre seguir por el sendero verdadero que los llevará ante el creador.

En medio de la ceremonia, se bendijo a los niños, niñas y mujeres embarazadas, frente a la madre de Dios, Nuestra Señora de la Consolación, quien también guía los pasos de los padres y madres responsables de cuidar, enseñar y proteger a sus hijos para que nunca abandonen el camino a la verdad, el camino a Dios.










Prensa Diario Católico
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