El día de la memoria litúrgica de Nuestra Señora del Rosario, los fieles de la parroquia eclesiástica que lleva su nombre en San Cristóbal, participaron en la misa pontifical presidida por el obispo diocesano monseñor Lisandro Rivas, concelebrada por el párroco monseñor Luis Urbina y el presbítero Noé Sánchez.
Al iniciar la eucaristía se realizó la bendición de la nueva pila bautismal del templo. Monseñor Lisandro Rivas bendijo la fuente en la cual serán admitidos los hijos de Dios y de la Iglesia Católica. Seguidamente el Padre y Pastor asperjó a los presentes.
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En la homilía, monseñor Lisandro expresó que “en esta hermosa advocación de Nuestra Señora del Rosario es una alegría celebrar su fiesta, una fiesta llena de esperanza en este Año Jubilar. Es hermoso renovar el compromiso bautismal y caminar en Espíritu y Verdad, para tener vida y vida en abundancia».

Dijo que es propicio hacer memoria agradecida de la fiesta mariana, cuando hace cuatro siglos el ejército apoyado en el Santo Rosario, salió victorioso en la batalla de Lepanto.
«En aquel momento de dificultad, el Pueblo de Dios vio la luz y recibió el consuelo tras la oración. Hoy también hay muchas guerras que invaden el corazón, la familia y la Iglesia. Entonces hay que escuchar las palabras de María «hagan lo que Él les diga». Hoy recordamos la intercesión de María».
Explicó que en muchas ocasiones la debilidad humana lleva al pecado, a no confiar en Dios. Pero hoy se nos llama a confiar y a imitar la actitud de María, quien luego de la Encarnación se puso en camino para ir a ayudar a su prima. Los bautizados estamos llamados a salir al camino a buscar a los hermanos, a quienes están alejados.

Otro llamado es al encuentro, alegre y comprometido de ayudarse en la familia, con los vecinos, con los hermanos necesitados.
«Celebrar la fiesta de Nuestra Señora del Rosario nos invita a propiciar encuentros que generan vida. También alabar a Dios y a permanecer en su gracia. Meditar, contemplar, orar con los misterios del Santo Rosario, meditar la vida de Cristo seguir su ejemplo» expresó el Obispo.
Luego de la homilía tuvo lugar la consagración de tres fieles como ministras extraordinarias de la comunión. Fueron presentadas por el párroco y respondieron al interrogatorio del obispo, para luego recibir las insignias. Otro grupo de fieles renovó su promesa en este servicio.

Al momento de la ofrenda, la comunidad hizo entrega de alimentos para el Seminario Santo Tomás de Aquino.
Luego de la comunión, el párroco monseñor Luis Urbina pronunció un agradecimiento a Dios y a la Santísima Virgen, y también a todos los fieles que participaron en las actividades de la fiesta patronal y en el rezo de la novena.
Al concluir, monseñor Lisandro Rivas saludó y agradeció el ministerio de monseñor Urbina en la parroquia, recordó la significación de esta fiesta, ya que Nuestra Señora del Rosario es la patrona de la Diócesis.

«Que Nuestra Señora del Rosario nos bendiga, ayude y fortalezca para renovar nuestra fe, esperanza y caridad».
Prensa DC-VEC