uando Emily Wilson-Hussem comenzó a compartir publicaciones de “matchmaking” en Instagram —invitando a católicos solteros a dejar sus nombres y ubicaciones para poder conectarse con otros— no imaginó que su experimento espontáneo terminaría dando fruto: 12 matrimonios, 20 compromisos, cientos de parejas en citas e incluso un bebé.
La conferencista católica y creadora digital comprendió que los jóvenes católicos desean matrimonios santos, pero necesitan ayuda para encontrarse entre sí. Esto la llevó, junto a su esposo Daniël Hussem, a crear una nueva aplicación de citas católica llamada SacredSpark.
La aplicación combina tecnología y tradición para fomentar conexiones en línea con el propósito de crear relaciones duraderas fuera del mundo digital.
“A lo largo de los años he visto la dificultad que tienen los solteros para conectarse entre sí, especialmente los de la misma edad. Muchos jóvenes católicos que conocí estaban pasando por un momento difícil, y sentí como un impulso del Señor”, dijo Wilson-Hussem a CNA, agencia en inglés de EWTN News.
Lea también: El Papa: La libertad religiosa no es opcional, sino el fundamento de una sociedad justa
Tras ver la gran respuesta en sus publicaciones de Instagram —pero también las limitaciones de usar esa red social para unir personas— los Hussem decidieron crear una aplicación centrada en la dignidad de cada usuario, hecho a imagen y semejanza de Dios.
Una de las principales características de SacredSpark es su compromiso con conexiones más auténticas. Todas las fotos de perfil aparecen difuminadas al inicio y sólo se revelan cuando dos personas hacen “match”. En lugar de simplemente deslizar entre imágenes, los usuarios pueden grabar mensajes de audio para presentarse, y así los demás pueden escucharlos y discernir si podría haber una conexión.
“Creamos esta función porque queremos que las relaciones comiencen con algo significativo, más allá de la apariencia”, explicó Hussem.
A diferencia de otras apps de citas, SacredSpark no permite aplicar filtros físicos como color de ojos, cabello o estatura.
La app también incluye una función de “matchmaking” que permite a los usuarios invitar a un amigo o familiar para actuar como su intermediario dentro de la plataforma.
“Gran parte del éxito de mis publicaciones fue gracias a personas que ofrecían conectar a otros. Por ejemplo, una chica decía: ‘Tengo un hermano, Jeff, tiene 31 años y vive en Wisconsin. Si hay alguna buena chica por ahí, me encantaría ponerlos en contacto’”, contó Wilson-Hussem.
“Diría que al menos la mitad de los matrimonios surgieron gracias a alguien que presentó a otra persona. Pensamos: esto es increíble. Mucha gente conoce católicos solteros y quiere ayudarlos. Nuestros solteros necesitan apoyo, sentir que hay personas en su esquina”.
ACI-Prensa