Entre 6 y 50 horas oscilan en algunos municipios del Táchira los continuos cortes de energía eléctrica, convirtiendo en una constante angustia la vida de los tachirenses que diariamente tienen que lidiar con esta terrible situación, quienes ven con impotencia como las actividades laborales, comerciales, educativas y familiares han dejado atrás la normalidad.
Fernando Andrade presidente de Copei en el estado Táchira y ex alcalde de Michelena señaló que “poblaciones como Guàsimos, Cárdenas, Michelena, Lobatera, San Félix en el municipio Ayacucho, El Piñal en Fernández Feo, entre muchas otras, sufren todos los días un supuesto racionamiento que como dice la famosa canción no tiene horario ni fecha en el calendario”.
Lamentó que en la actualidad no exista un plan de distribución de carga establecido pues en el momento menos esperado y sin aviso y sin protesto las comunidades se quedan sin la luz, y solo queda rogar a Dios que los pocos electrodomésticos que aún quedan en funcionamiento no hayan sufrido algún daño porque, al igual que con el suministro del servicio, nadie responde por los daños causados y mucho menos Corpoelec.
“Aparte de que el sistema eléctrico nacional se encuentra en pésimas condiciones por falta de mantenimiento e inversión en los últimos 20 años, pareciera que este fuera un plan para mantener a los ciudadanos controlados, minimizados, ocupados en sobrevivir: sin gasolina, sin electricidad, sin gas y sin agua, nada fácil la tienen los tachirenses hoy en día ante tanta calamidad.”, aseveró Andrade.
Por lo visto – continuó el dirigente socialcristiano- a Corpoelec, cuya inacción e incapacidad es más que evidente, no le interesa que la gente viva en un corre-corre para ver si alcanza a trabajar, estudiar o realizar las actividades básicas antes de que se vaya nuevamente la luz o que las empresas e industrias se encuentren prácticamente paralizadas, “ es por eso que lo mínimo que puede esperarse es que los cortes, porque ya ni racionamiento es, se realicen coordinadamente para que de ésta manera las personas, las empresas públicas y privadas, los comerciantes y la sociedad en general pueden organizar sus labores y ser más productivos en medio de ésta catástrofe nacional”.