El COVID-19 ha obligado a los ciudadanos a quedarse en casa, muchos de ellos realizan sus jornadas laborales desde sus hogares, una tarea que se dificulta ante las constantes fallas de conectividad y racionamiento eléctrico que se presentan en el país.
“En la empresa donde laboro estamos trabajando desde casa, luego que se confirmó el primer caso en Lara decidimos trabajar bajo esa modalidad, y aunque me parece un poco más cómodo mi señal de internet va y viene, lo que afecta mi rendimiento” expresó Adriana González.
Manifiesta que además de la lentitud de su conexión a internet, la electricidad es otro factor limitante para el cumplimiento de sus labores.
“La luz se me va todos los días por 4 horas, pienso que las autoridades que administran la energía eléctrica deberían ser más flexibles con el racionamiento y saber que ahora muchas personas trabajamos desde casa y requerimos del servicio”.