«La meditación a partir de las siete palabras de Cristo en la Cruz nos ayuda a introducirnos en la intencionalidad del Redentor. Su objetivo con el sacrificio de la Cruz es cumplir la voluntad de Dios Padre: que todos los hombres se salven. En la Cruz, Jesús muestra que ha salido del Padre para encontrarse con la humanidad: allí llega al colmo de su misión. La encarnación es anuncio de ese cumplimiento. La vida pública es anticipo y la Pascua la realización de la Promesa». (Mons Mario Moronta)