Alessandro De Carolis – Ciudad del Vaticano
Un viaje a Alemania, desde la tranquilidad del monasterio Mater Ecclesiae en el Vaticano a Ratisbona, para estar junto al hermano de 96 años que está enfermo. Este es el viaje realizado esta mañana por Benedicto XVI, que dejó su residencia y llegó a su país, acompañado por Monseñor Georg Gaenswein, un médico, un enfermero, una religiosa, uno de los memores domini y el Vicecomandante del Cuerpo de Gendarmería del Estado de la Ciudad del Vaticano. El Papa emérito, informó el Director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, pasará «el tiempo necesario» en Ratisbona.
Muy unidos como siempre, los dos hermanos Ratzinger, separados por tres años de edad, fueron ordenados sacerdotes el mismo día, 29 de junio de 1951 en la Catedral de Freising. Las circunstancias de la vida los han llevado en diferentes direcciones – el brillante músico Georg, el teólogo de rango Joseph – pero el vínculo mutuo siempre se ha mantenido firme. Prueba de ello son, en particular, las numerosas visitas que Georg Ratzinger hizo al Vaticano de 2005 a 2013, durante los años de pontificado de su hermano e incluso después de su renuncia.
Cuando en 2008 la ciudad de Castel Gandolfo quiso ofrecer la ciudadanía honorífica a su hermano, Benedicto XVI se expresó con estas palabras: «Desde que nació, mi hermano ha sido para mí no sólo un compañero, sino también un guía fiable. Siempre ha representado un punto de orientación y referencia con la claridad y determinación de sus decisiones». Palabras de gran afecto, nacidas en una circunstancia feliz y que los sentimientos del momento hacen aún más intensos.