¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo?
Mateo 7, 1 – 5
El Señor nos invita a mirar a nuestros hermanos con ojos de compasión y misericordia, perdonando y comprendiendo generosamente sus faltas, tal como lo hace Dios con nuestra propia miseria.
Juzgar al otro puede ser muy fácil, pero reconocer muchas veces nuestras faltas suele ser más difícil, por eso esta actitud de compasión hacia el hermano se convierte en la belleza que más cautiva a Dios y nos hace actuar como él.
Hoy se nos invita a tratar de descubrir nuestras propias faltas para poder mirar con ternura y compasión los defectos ajenos. Ninguno de nosotros es perfecto, por eso la invitación a pedir al Señor, que en este día, podamos mirar a nuestros hermanos a través de sus ojos de Padre misericordioso que sale al encuentro de quien más lo necesita, no para juzgarle sino para levantarle y salvarle.
Pbro. Ricardo Casanova