El Papa Emérito Benedicto XVI regresó este lunes al Vaticano tras visitar en Regensburg (Alemania) a su hermano Georg Ratzinger, de 96 años y gravemente enfermo.
Benedicto XVI volvió a Roma este 22 de junio a las 12:59 (hora local). Llegó al aeropuerto romano de Ciampino en un avión militar italiano que voló desde Múnich y realizó este breve viaje con mucha discreción para visitar a su hermano gravemente enfermo
El Papa Emérito fue acompañado por su secretario, Mons. Georg Ganswein; el vicecomandante de la Gendarmería Vaticana, Davide Giulietti; el médico Polisca y otros asistentes.
En la mañana de este lunes antes de viajar hacia Italia, Benedicto XVI visitó nuevamente a su hermano en su casa alrededor de las 9:00 a.m.
La salud de Mons. Georg Ratzinger “parece estable a pesar de que la situación de su salud es grave”, informó ACI Stampa.
Benedicto XVI fue despedido en el aeropuerto alemán por el presidente de Bavaria, Markus Söder y el obispo de Ratisbona, Rudolf Voderholzer.
Visita a Alemania
El día anterior por la tarde, el Papa Emérito visitó en forma privada la catedral de Ratisbona y rezó en la capilla del patrono de la diócesis, San Wolfgang. De hecho, la diócesis de Ratisbona celebra a su santo patrono del 21 al 27 de junio, motivo por el cual en la mañana el Nuncio Apostólico en Alemania, Mons. Nikola Eterovic, dijo que a nombre del Papa Francisco era “un honor saludar al Papa Emérito una vez más en Alemania, aunque si se trata de una situación no fácil”.
El Nuncio en Berlín encontró personalmente al Papa Emérito y agradeció “el respeto y la amistad que han permitido al Papa Emérito sentirse en casa en Bavaria”.
Por su parte, Benedicto XVI celebró la Eucaristía dominical con su hermano y pasó el resto del día con él.
El sábado, el Papa Emérito visitó también la tumba de familia en el cementerio Ziegetsdorf de Ratisbona, lugar en donde están sepultados los restos mortales de sus padres y de su hermana María. Allí, Benedicto XVI rezó un Padre Nuestro y un Ave María.
Asimismo, Benedicto XVI visitó su antigua casa en Pentling que actualmente es un museo y permaneció allí durante 45 minutos “deteniéndose en el jardín y volviendo a ver los retratos de familia”.
ACI