El 23 de febrero de 1985 toma posesión el IV Obispo de San Cristóbal Mons. Marco Tulio Ramírez Roa, un hijo del Táchira pastorea al Táchira, experiencia de gran regocijo para la sociedad tachirense. Su amor por el Seminario, dicen sus contemporáneos y cuántos le conocieron, era siempre evidente, le acompañó la experiencia de haber sido años antes Rector de este Seminario.
Es recordado por sus diarias visitas al Seminario, por hacer mención de él en todas las homilías que realizaba en las parroquias que visitaba, por impulsar la pastoral vocacional y su preocupación por la formación de los sacerdotes, enviando a algunos a estudiar a Roma y a otros lugares de Europa. Obtuvo para la sede del Seminario la construcción de un nuevo edificio por parte del Gobierno Nacional, lugar en el que ahora reside la etapa del discipulado o filosofía.
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Luego de la repentina muerte de Mons. Ramírez en 1998 es nombrado como V obispo del Táchira por el Excmo. Mons. Mario del Valle Moronta Rodríguez, un caraqueño que ama al Táchira y que se ha hecho tachirense con los tachirenses.
Las palabras del Ilustre Sacerdote Dr. Mons. Carlos Sánchez Espejo dirigidas a Mons. Moronta para darle la bienvenida a la Diócesis de San Cristóbal, en Discurso de orden pronunciado en la Asamblea Legislativa, fueron proféticas: “Sabemos que la herencia no se perderá en vuestras manos.
Ya el pueblo y tiene fe en la sinceridad, humildad y espiritualidad que os distingue y espera confiado en el porvenir de esta Diócesis que, con plena serenidad, os entregó el corazón.
Desmedido es el amor que profesa Mons. Moronta por la formación sacerdotal, inicial y permanente. Ha dado un serio, efectivo y constante impulso a la pastoral vocacional; trasladó el año introductorio a una sede aparte, actual Casa de Formación Sacerdotal San Juan Pablo II, en La Grita; inauguró el Año de Pastoral Pre-Configuración par los seminaristas que culminan la etapa del discipulado o filosofía; y abrió un tiempo especial de apostolado para los jóvenes del IV año de la Configuración o Teología.
En el año 2004 presentó y aprobó el Proyecto Educativo del Seminario, con el que quiere fortalecer la formación de los futuros pastores del Táchira, este Proyecto Educativo, cabe destacar, ha servido de referencia a nivel nacional e internacional, incluso sirvió de consulta en la elaboración en la última Ratio Fundamentalis publicado por el Dicasterio para el Clero, en Roma.
No cabe duda que Mons. Mario Moronta ama el Sacerdocio y al Seminario, da testimonio de ello las profundas homilías en las Ordenaciones Sacerdotales y en su obra “El sacerdocio de la Nueva Alianza, Manual de Teología del Sacerdocio”.
La historia del Seminario en esta Diócesis centenaria es imposible no llevarla marcada por el paso de los cinco obispos que la han regentado, pues como bien hemos compartido, lo han dado todo por la formación sacerdotal. Sin embargo, la cultura vocacional del Táchira no se queda únicamente en la vocación sacerdotal, sino que también ha dado muchos frutos en la vida religiosa.
Carlos Peña
Seminarista