Más de 500 familias en el sector de Las Vegas de Táriba, en el municipio Cárdenas, se encuentran en alerta ante las lluvias que se viene registrando en el estado Táchira, que podrían generar el desbordamiento de la quebrada El Rayo.
Los vecinos de la zona temen que vuelva a ocurrir lo mismo del pasado 31 de octubre del 2021, cuando el agua inundó las viviendas y provocó la pérdida de enseres entre ellos, neveras, televisores, camas, entre otros.
Una de las víctimas de la tragedia fue Maykel Salas, quien manifestó su miedo porque se repita la historia, ya que aseguró que sus seres queridos no duermen debido a las precipitaciones.
Salas recordó que, en la citada fecha, a las cuatro de la tarde, comenzó a escuchar la fuerte caída de la lluvia, “la cual no causó alteración en mi familia porque creímos que solo era una tarde de lluvia común, al plazo de media hora, noté como se rebosaba la alcantarilla principal que comunica con la quebrada El Rayo” expresó.
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Al observar esto se sintió asustado y de forma inmediata recogió algunos artículos electrónicos y los trasladó hasta una parte alta de su vivienda, para así evitar una pérdida de lo que por años les ha costado tener.
“Mi mamá se encontraba en el cuarto debido a una discapacidad por un accidente ocurrido en meses anteriores a esa tarde del 31 de octubre, es allí cuando mi papá grita asustado diciendo que el agua comenzaba a pasar el nivel de la calle y estaba entrando con abundancia a la casa” dijo.
Es por ello, que tomaron la decisión de reunir los objetos como, ropa, zapatos, documentos personales entre otros, para ponerlos en un lugar alto a fin que no fuera alcanzado por el agua de la quebrada.
Para Salas lo más preocupante era su madre, quien tenía para ese momento una herida abierta a la cual no debía caerle el líquido contaminado, por lo cual optaron por subirla a un mesón para mantenerla a salvo.
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A pesar del esfuerzo tanto de él como de su hermana para ayudar a su mamá, el agua seguía subiendo a tal punto, que alcanzó una altura de 1,10 metros, lo que aceleró la desesperación de quienes residían en esta zona del municipio Cárdenas.
“Con mi hermana tuvimos que sacar a mi mamá de la casa y llevarla a la de una vecina, cuya vivienda tenía dos pisos” apuntó.
Al dejar a su progenitora allí, Salas regresó a su casa, pues recordó que en ella tenía al menos cinco gatos, que podían ser arrastrados por la crecida y tener un desenlace fatal. Los felinos fueron dejados en el techo, a la par que los mismos no paraban de maullar.
Pasada las cinco y media de la tarde del mismo día, cesó la lluvia, pero la cantidad de agua que había entrado a las casas, no bajaba, además, que continuaba de forma profusa subiendo el nivel del agua.
Es entonces cuando en conjunto con los vecinos se toma la decisión de destapar las alcantarillas para que el agua drenara y bajara el nivel de la misma. Con efectividad el agua comenzó a drenar y con el paso de las horas junto con la comunidad, se optó por limpiar la calle ya que había barro sedimentado y si volvía esto podría ocasionar que volvieran a obstruirse las alcantarillas causando una segunda inundación.
Proyecto de desviación
En Las Vegas de Táriba existe un embaulamiento que dirige la salida del agua de la quebrada el Rayo, la cual parte desde la altura de Maxxis Servicios y termina por la vía del Garzón, tomando en cuenta la caída del embaulamiento no es favorecedora para evitar la obstrucción y estancamiento del agua.
Por ello los expertos en la zona presentaron un proyecto de modificación de la caída del agua con el fin de dirigirla hacia el río Torbes, sin embargo, los habitantes del sector desconocen si la Alcaldía de Cárdenas aprobó el proyecto o si tienen planteado uno diferente, para evitar durante el actual periodo de lluvias, que las familias que habitan la zona sufran pérdidas como las del pasado año.
Veronica Contreras
Pasante UBA