América Latina y el Caribe es la región más afectada por la pandemia de Covid-19, con el 28% de las muertes, a pesar de que su población representa el 8,4% de la población mundial. Esta dramática afirmación abre el último informe regional del Servicio Jesuita a Refugiados (SJR) de América Latina y el Caribe.
Los países del continente “se enfrentan a desafíos en varios aspectos para controlar la pandemia”, prosigue la nota recibida por la Agencia Fides, que destaca cómo la propagación del Covid y sus efectos económicos y sociales se han visto agravados por los problemas estructurales de la región, como los altos niveles de desigualdad, el trabajo informal, la falta de protección social, la pobreza y la vulnerabilidad. Además, los sistemas de salud y protección social son débiles y están fragmentados, y los asentamientos urbanos marginales en expansión carecen de acceso a los servicios básicos. A ello se suman “los flujos migratorios masivos y los desplazamientos de población, así como los conflictos de diversa índole y las consecuencias de la crisis climática”.
El informe cita específicamente el éxodo venezolano, que “es el mayor de la historia reciente y una de las mayores crisis globales de desplazamiento forzado en el mundo, después de Siria. A esto se suman los cientos de miles de centroamericanos que siguen huyendo de sus países debido a la violencia, las violaciones de los derechos humanos y el deterioro de las condiciones de seguridad”. El número de desplazamientos forzados “se ha cuadruplicado en la última década” y, debido a la crisis humanitaria generada por la pandemia, los migrantes forzados y refugiados venezolanos y centroamericanos se han visto doblemente afectados.
En cuanto a los planes de vacunación implementados en los distintos países de la región, “la diferencia en la demanda y disponibilidad de vacunas es evidente según los niveles de ingresos de los países, así como en la planificación y el buen uso de los recursos. En general, los planes de vacunación de Covid-19 en la región excluyen a los inmigrantes que están en situación irregular, lo que debería reconsiderarse incluyéndolos en igualdad de condiciones y sin discriminación”. Los primeros países en poner en marcha los planes de vacunación han sido, por orden, Chile, México y Argentina (a finales de diciembre de 2020), seguidos de Ecuador (21 de enero), Venezuela (18 de febrero) y Colombia (20 de febrero). A continuación, el informe presenta un resumen de la situación de la vacunación en los países donde están presentes las oficinas del JRS: Ecuador, Colombia y México. (Fides)