Para el Cardenal Michael Czerny, el turismo ha sido unos de los sectores más golpeados con la llegada de la pandemia del COVID-19, sin embargo, considera que esta actividad económica puede convertirse en un motor de reconstrucción de un “mundo más justo, sostenible e integral”.
“La Iglesia, por tanto, tiene la mirada puesta también en el renacimiento y la renovación del turismo, una mirada llena de esperanza” dijo.
Precisó que la reanudación del turismo, se destaca una referencia a los principios que han inspirado el Código Ético Mundial para el Turismo, que concibe esta actividad, entre otras cosas, como “una fuerza viva al servicio de la paz y un factor de amistad y comprensión entre los pueblos”, “un factor de desarrollo sostenible”, “un factor de aprovechamiento y enriquecimiento del patrimonio cultural de la humanidad”, “una actividad beneficiosa para los países y las comunidades de destino”.
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Asimismo se pone de manifiesto el respeto de “los derechos laborales de quienes trabajan en el sector, a todos los niveles y en todos los países”, “respetando plenamente los derechos fundamentales y la dignidad de las personas”.
“Justicia, significa también repartir los beneficios de forma equitativa, superando una lógica depredadora, sobre todo en lo que respecta a las poblaciones y zonas geográficas especialmente afectadas por las múltiples crisis que afligen al mundo contemporáneo”
Además, se expresa la cercanía de la Iglesia “a todos los operadores del sector turístico que ya actúan movidos por una conciencia recta y han construido, no sólo su profesión sino su propia vida en torno a la acogida”.
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“Sin embargo, una vez más hay que denunciar que muchos operan en condiciones de precariedad y, a veces, de ilegalidad, con salarios injustos, obligados a un duro trabajo, a menudo lejos de la familia, con alto riesgo de estrés y sometidos a las reglas de una competitividad agresiva”
De ahí que se pida a los cristianos “que formen alianzas con todas las mujeres y hombres de buena voluntad, porque esto debe cambiar”.
Por otra parte, se pone de manifiesto que “volver a empezar significa también no olvidar que el impacto que el turismo tiene sobre el medio ambiente es muy importante”. De hecho, a causa de “la pandemia y a la actual crisis energética, se ha hecho más evidente la conveniencia de apostar, ante todo, por el turismo de proximidad: saber mirar a nuestro alrededor, reconocer y apreciar los tesoros del patrimonio, la gastronomía, el folclore e incluso la espiritualidad que las regiones vecinas tienen para compartir”.
Con información de Vaticans News
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Maryerlin Villanueva