Una campaña de amor fraterno. Frente a esta situación de emergencia sanitaria que nos afecta a todas las personas por igual, pero que es muy difícil de enfrentar para los que no tienen trabajo, los pobres, los más frágiles, los que no tienen nada. Son ellos realmente quienes corren el riesgo de pagar el precio más caro. Como Iglesia bajo ningún motivo somos ajenos a esa realidad.
Convencidos que es con acciones como podemos mostrar la dulce comunión de la fe que profesamos, En la Parroquia Eclesial San Juan Bautista de Ureña, organizamos con el apoyo de los grupos de apostolado, Comunidades Eclesiales de base y toda la comunidad parroquial una actividad que denominamos “CARIDAD EN TIEMPO DE PANDEMIA” donde logramos recolectar una cantidad de productos no perecederos para llevar alivio a las familias más vulnerables de la zona.
Para Heliodoro Pérez, coordinador de las CEB (Comunidades Eclesiales de Base) esta fue una tarea ardua pero reconfortante. “Una de las cosas más hermosas que vivimos durante estos días de colecta, fue ver como las personas que también necesitan colaboraban de lo poco que tenían a otros que no tienen nada. Eso es tener a Dios en el corazón”, afirmó.
Este es un tiempo de pandemia, pero también de pascua y los creyentes sabemos que la gracia de Dios sobreabunda en las dificultades. “La iglesia nunca cierra y siempre está ahí sirviendo, acompañando, ayudando y orando por nuestra gente”. Aseguro el Pbro. José Luis Pereira, vicario parroquial quien ha acompañado estos días la entrega de los mercados en los sectores populares. De igual manera el Seminarista Alfredo Guerrero y cada uno de los animadores de las diferentes asambleas.
Aún hay cosas por hacer y muchas personas por ayudar. La Iglesia en Ureña continúa poniendo en marcha distintas iniciativas para guiar espiritualmente a los fieles desde sus casas, y llevar también alivio a sus necesidades.
Pbro. Luis Horacio Useche Sánchez. Párroco