Miles de personas siguieron en una pantalla gigante instalada frente a la catedral de Chiclayo, la misa de inicio del ministerio petrino del papa León XIV (eran las 3 de la madrugada del domingo, las 10 de la mañana en Italia).
Todo el mundo estaba despierto, emocionado y feliz, en plena noche, de seguir al ‘Padre Robert’, como le llaman los fieles de la diócesis peruana, donde fue obispo de 2015 a 2023, y donde se han celebrado en los últimos días misas de acción de gracias por la elección de León XIV.
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El sábado 17, a las 10 de la noche (hora peruana), se realizó una vigilia de oración en la que Monseñor Edinson Edgardo Farfán Córdova, Obispo de Chiclayo, recordó al nuevo Papa como ‘un pastor según el corazón de Cristo, un pastor cercano, sencillo, con una capacidad y una fuerza impresionantes que sólo el Señor puede dar’.
Estamos reunidos hoy aquí, agregó, ‘para orar por el inicio del pontificado de nuestro querido Papa, bien conocido y recordado por todos nosotros, nuestro obispo emérito, monseñor Robert Francis Prevost de la Orden de San Agustín, un gran hombre -subrayó- que tanto dio a nuestra diócesis, especialmente a los más necesitados’.
Como ciudadanos de Chiclayo, nos sentimos involucrados y muy responsables en apoyar con nuestras oraciones al sucesor del Apóstol Pedro, el nuevo obispo de Roma, el Papa León XIV, quien en su primer saludo nos recordó y describió como un pueblo fiel, que acompañó a su obispo, que compartió su fe y dio tanto para seguir siendo una Iglesia fiel a Jesucristo’.
Llamamiento al diálogo por el bien del país
Además de numerosos fieles, la vigilia de oración contó con la presencia de varios representantes del gobierno nacional y local. Y, dirigiéndose a las autoridades, Monseñor Farfán Córdova les invitó ‘al diálogo, a crear consensos, a buscar y ejecutar los mejores proyectos por el bien de la población, por el bien del país, por el bien de la región, de cada región, por el bien de nuestro querido Perú’. Las autoridades -añadió- deben sentarse a dialogar y dejar de lado los intereses personales. Debemos dejarnos guiar por el Señor que nos invita a amar a nuestro pueblo, buscar y gestionar los mejores proyectos para el bien del pueblo, y esto requiere sentarse a crear consensos y buscar lo mejor para el país’.
No olvidemos a los pobres
Al final de la vigilia, el obispo de Chiclayo recordó las palabras del Papa: «Él repetía: “Soy hijo de san Agustín, de la orden de san Agustín”, y san Agustín -explicó el prelado- es uno de los grandes convertidos de la historia del cristianismo. Su vida es fascinante, fue un hombre de discernimiento, un intelectual, un hombre de ciencia, pero sobre todo un pastor atento a las necesidades de su pueblo.
Y sin duda, el Papa León XIV, en honor del Papa León XIII, precursor de la doctrina social de la Iglesia, nos invita hoy a ver el rostro de Dios en los pobres. No lo olvidemos: caminemos con ellos, tendámosles la mano. No permanezcamos indiferentes ante el dolor de nuestros hermanos y hermanas».
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