Un equipo representante de la Corte Interamericana de Derechos Humanos se acercó este jueves al paso fronterizo del puente binacional “Simón Bolívar” para recibir de primera mano las denuncias que constantemente hacen los venezolanos ante la violación de derechos humanos en el país, y en la frontera especialmente. La delegación se ubicó del lado colombiano, y pese a los intentos por pasar a Venezuela, miembros de la Guardia Nacional Bolivariana ubicados en medio del puente les impidieron la entrada al territorio nacional, e incluso les hicieron imposible entablar conversación con los funcionarios.
Ante esta situación, Esmeralda Arosemena, presidenta de la delegación, afirmó que “pareciera que hemos perdido la condición de humanos” al ver cómo son tratados los transeúntes en el sitio. Los miembros del equipo recogieron las declaraciones de un gran número de personas que salía de Venezuela por allí, así como las de los venezolanos que hacen vida en las calles aledañas al puente. A juicio de Arosemena, “este fenómeno migratorio expone a todas las personas, niños, jóvenes y adultos mayores, a que sus derechos sean vulnerados de diversas maneras”, lo que causa preocupación en los delegados.
La delegación tiene previsto para este viernes continuar recogiendo testimonios y declaraciones de quienes hacen vida en la frontera, así como hoy desde las 2:00 hasta las 6:00 de la tarde tendrán una reunión abierta con todas las víctimas de violación de derechos y demás transeúntes, buscando solventar o aliviar algunas de las situaciones que allí se viven.
En la mañana, la comisión tuvo un encuentro con la diputada a la Asamblea Nacional, Gaby Arellano, quien denunció los ataques a miembros del parlamento, así como la situación de los diputados presos, refugiados, en clandestinidad o en el exilio por las persecuciones a las que eran sometidos por fuerzas del gobierno venezolano. Al llegar a Cúcuta, en el departamento colombiano de Norte de Santander, la comisión fue recibida personalmente por el presidente Ivan Duque.