En una entrevista a W Radio, publicada en la página web de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), el Administrador Apostólico de Popayán y los Obispos de Quibdó, Tumaco, Istmina – Tadó y Cúcuta, expresaron su preocupación ante el incremento de la violencia en varias regiones del país. Los Prelados señalaron que, a pesar del confinamiento, el accionar de los grupos armados ilegales continúa exponiendo en las comunidades.
Incremento de la violencia en varias regiones del país
Según la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia de la Organización de Estados Americanos (MAPP/OEA) reportó que más de 1.300 personas se tuvieron que desplazar de sus hogares en el departamento del Chocó, por enfrentamientos entre grupos armados en el mes de Mayo. En departamentos como Cauca, Norte de Santander y Nariño, el accionar de grupos armados ilegales no da tregua en época de confinamiento. Por el contrario, han aumentado las amenazas a la población civil, las masacres, desplazamientos y el terror entre la ciudadanía, para quienes piden ayuda, los Obispos del país.
Mayor presencia por parte del Estado
Obispos de las zonas más violentas de Colombia explicaron en el programa radial, “Sigue La W”, qué pueden hacer las autoridades para frenar este flagelo. En primer lugar, Monseñor Mario de Jesús Álvarez, Obispo de Istmina y Tadó, dijo que «se nos acercan muchas familias angustiadas porque sus hijos son arrebatados para formar parte de grupos armados. El reclutamiento de menores es algo que pasa». Además, mencionó que «el Estado ha procurado tener presencia en la zona, pero hay mucha corrupción. Los dineros que llegan no cumplen sus objetivos y por eso Chocó está tan atrasado».
Hay que apostar por una paz completa
De igual manera, Monseñor Juan Carlos Barreto, Obispo de Quibdó, Chocó, señaló que «el acuerdo de paz generó efectos positivos los primeros dos años, sin embargo, no se respetó el acuerdo y al no hacerlo, llegaron otros grupos y tomaron todo». Por su parte, Monseñor Manuel Ochoa, Obispo de la Diócesis de Cúcuta, «no de los grandes problemas que tenemos en esta zona es el narcotráfico». «Los acuerdos sí llevaron a un cambio, si hubo una resolución de conflicto, pero tenemos que apostarle a una paz completa» añadió.