Desde hace 21 días el portón azul de la casa de paso divina providencia en el sector de la Parada en Villa del Rosario cerró sus puertas para la atención a venezolanos, un periodo de descanso que ha servido para realizar algunas labores que se retoman a partir de este lunes.
Entre las primeras tareas está la limpieza y las labores de reconstrucción de algunas áreas que ameritaban el reacondicionamiento.
Pero con esto también empiezan a llegar las necesidades de la mano de la población migrante. La demanda de venezolanos incrementará, según lo ha indicado el obispo de la diócesis de Cúcuta, Monseñor Víctor Manuel Ochoa Cadavid, quien destacó que desde ya unen esfuerzo con otros sectores.
“Estaremos buscando retomar lo que está pendiente. Esta es una labor humanitaria que se viene adelantando gracias al santo padre Francisco y que a través de este inicio de jornada podremos seguir satisfaciendo los diferentes sector que llegan con hambre. Aquí nadie se va sin comer”, explicó.
La casa de paso tendrá ahora un mayor número de voluntarios y personal administrativo que buscará distribuir los recursos que llegan de cooperación internacional y la Santa Sede. (Caracol Radio)