Al cierre del año escolar 2022-2023, representantes del magisterio tachirense sostienen que el mismo cierra con centros educativos desmantelados, y pésimas condiciones socioeconómicas de los docentes que hacen vida en la región.
El presidente de la Federación Nacional de Colegios y Sindicatos de Trabajadores Profesionales de la Educación de Venezuela, Gerardo Ramírez, recordó que desde el nueve de enero, el gremio inició una cruzada a nivel nacional para lograr reivindicaciones salariales.
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A lo largo de los meses, fueron realizadas diversas concentraciones no solo en la ciudad de San Cristóbal, también en el eje de frontera, y zona de montaña, donde los maestros caminaron acompañados de pancartas, y consignas para exigir un sueldo que les permitiera cubrir las necesidades en sus hogares.
“Al gobierno no les quedó más remedio que poner el famoso horario mosaico, en el cual las escuelas laborarían dos o tres días a la semana, lo que generó un detrimento de la calidad de la educación para nuestros niños y adolescentes”, dijo.
Calificó como un “fraude” este año escolar, debido a que no hubo mejoras en el sistema educativo, el cual arroja como resultado que los jóvenes se gradúen mal preparados, una situación que se agudizó en el país con la llegada de la pandemia del COVID-19.
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Para Ramírez la educación online que fue impuesta por los casos del virus en la región sumado al confinamiento, no dejó buenos resultados, debido a los pésimos servicios públicos, como lo son la energía eléctrica y el internet.
“El año escolar fue el peor desastre en la historia, pues hoy los maestros tienen dos o tres trabajos, y peor aún, se dedican a trabajos para los cuales no fueron formados”, expresó.
Sin diálogo
A los profesionales de la educación no les quedó más remedio que abocarse a realizar emprendimientos u otra actividad porque su salario ni siquiera les alcanzaba para llegar a sus sitios de trabajo continuó diciendo Ramírez, quien, además, mencionó que muchos abandonaron las aulas motivado a ello.
Para el líder sindical el panorama no es nada alentador para el período que se avecina, pues a la fecha no hay una respuesta definitiva sobre lo que sería la nueva firma de la contratación colectiva que permita mejorar las condiciones de los docentes de la región.
“El gobierno se hace de la vista gorda, no le interesa que sus maestros hayan estado por más de seis meses en las calles levantando las banderas para ser escuchados. A esta altura vemos una negativa por parte de ellos para sentarse en la mesa a discutir la contratación”, expresó.
Protestas
El presidente de Fenatev, Gerardo Ramírez, advirtió que el nuevo año escolar será iniciado con protestas, hasta tanto el ejecutivo no les brinde las condiciones laborales que necesitan para poder educar a la generación de relevo.
Agregó que no van a permitir más burlas de las autoridades, quienes no miran las necesidades del gremio educativo que percibe un salario “paupérrimo” cada quincena.
Accidentado
Evencio Zenón, miembro de la coalición sindical del magisterio tachirense, dijo que el 16 de julio se da por terminado el año escolar 2022-2023, el cual queda completamente “accidentado”, como consecuencia de la desatención del patrono para los docentes en cuanto al incumplimiento de la tercera convención colectiva.
Señaló que, mediante este documento, se busca no solo mejorar el salario, también algunas cláusulas que reivindiquen la situación laboral de al menos 500 mil docentes a nivel nacional, entre activos y jubilados.
Para Zenón la actitud de la ministra de Educación, Yelitza Santaella, fue indolente y soberbia, al no presentar una contraoferta que beneficiara al gremio educativo, quien implora una respuesta.
“Esta acción patronal de no escuchar al maestro nos obliga a mantener una lucha con mayor compromiso en la calle”, aseveró.
Si bien comienza un receso educativo de 45 días, alertó que para el 18 de septiembre, cuando se dé inicio al llamado de clases, el mismo estará condicionado hasta tanto no sean restituidas las primas que aún están “secuestradas”.
Espera que los padres y representantes los apoyen en las manifestaciones que realizarán, pues no están dispuestos a regalar sus derechos laborales.
Daños
Son diversas las organizaciones que han realizado un diagnóstico en los planteles educativos, cuyos estudios han arrojado que muchos no cuentan con energía eléctrica, agua potable, sanitarios, y aulas aptas para la permanencia de los estudiantes.
Un ejemplo de ello es el liceo Antonio Rómulo Costa, en el sector de Puente Real, en la ciudad de San Cristóbal, cuyo tendido eléctrico fue hurtado hace meses, y a la fecha no ha sido restituido. Esto ha traído como consecuencia que los estudiantes debían alumbrar con sus teléfonos en las horas de clase.
Lo mismo ocurre con la escuela Los Andes, en el mismo sector, donde el cable fue robado, y por ende la institución no cuenta con luz. A la problemática se suma el Simoncito “5 de Julio de 1811”, ubicado Bramón, municipio Junín, donde tampoco hay electricidad.
Mientras tanto el liceo Monseñor Pellín, presenta deterioro en el patio, y techo. Personal docente hizo la notificación a las autoridades, pero a la fecha no han obtenido respuesta.
Maryerlin Villanueva