Durante aproximadamente cuatro lustros en la avenida Libertador, sector Las Lomas de la capital del estado Táchira, bajo un halo de imperceptibilidad, se ha mantenido y consolidado un emprendimiento que es referencia en la zona y que se niega a sucumbir pese a los reveses que han fluctuado transformaciones impositivas, las cuales han sido enfrentadas de manera profesional y oportuna.
No tiene un nombre que los distinga, solo un aviso que denota el servicio que presta, durante las ocho horas diarias que se mantiene activo, un ruido, que nace como un rumor se mantiene, la música se pasea en todas sus épocas y es así como una tonada añeja o futurista se hace sentir y es allí, donde se nota su presencia, una presencia de laborioso trabajo ante el inclemente clima.
Lee también: Otorgaron reconocimiento Dr. Ramón J. Velásquez al Diario Católico el «Decano de la prensa Tachirense»
Enrique Ruíz es un profesional de 44 años egresado de Técnico superior en informática del Instituto Universitario de Tecnología Agroindustrial (IUTAI), su emprendimiento, cuyo punto de trabajo está ubicado a un costado de la estación de servicio Las Lomas, es una referencia si se requiere compilar la música de su gusto en un solo dispositivo de almacenamiento.
Ruíz es padre de dos hijos producto de dos matrimonios, reside en las comunidades que se ubican en la vía a Rubio, municipio Junín, diariamente, con su vehículo llega a la esquina que comunica la avenida Libertador con la urbanización residencial Las Lomas, saca su paragua, abre el maletero, conecta su computadora portátil y emprende su labor, esperar que algún melómano se acerque a buscar de sus servicios o que simplemente a un amante irregular de la música le interese alguna de las tonadas que salen desde las cornetas bien dispuestas que tiene su vehículo.
Pero la idea que lo ha llevado a evolucionar no nació en este sitio, sino en puntos de mayor afluencia que si bien son los más buscados no siempre son, en términos comerciales, los más efectivos cuando se ofrece un servicio que todos tienen.
Le puede interesar: El abrazo del Papa a los niños del centro veraniego en el Vaticano
“Yo trabajaba en el centro vendiendo casetes (…) después empecé trabajando dentro de la estación de servicio Las Lomas en un kiosquito de los que se colocaban para ofrecer productos mientras la gente surtía de gasolina”.
El propósito de obtener recursos motivó a este emprendedor a buscar soluciones desde joven, de allí que esperaba los lapsos de receso escolar para ofrecer sus servicios en cualquiera de los rubros que pudiera concretar.
“Al principio era empleado y trabajaba en el centro y en la estación de servicio durante las vacaciones escolares y navideñas (…) pero en el año 2002 remodelaron la estación y yo empecé con mi propio emprendimiento (un cajón llamado así) pero los altos costos de alquiler me obligaron a salir de ese sitio”.
Transformaciones
Para Ruíz todo ha sido un aprendizaje para adecuarse a un mercado que durante un largo período fue altamente competitivo, sin embargo, no desistió y permaneció fiel a su convicción de hacer de su emprendimiento una referencia que tiene como cualidad ofrecer un servicio al cliente de manera eficaz y cumpliendo con los cánones establecidos en cada pedido.
“He ido evolucionado al igual que la tecnología, al principio vendía películas, cd, videos (…) pero desde hace ocho años el ingreso que percibo es por pasar música y videos a pen drive (…) las personas me traen el listado y yo le grabo al gusto”.
Las situaciones externas también afectaron al emprendimiento, las protestas y posteriormente las repercusiones en materia económica provocaron que casi optara por otros caminos alejados de su convicción de consolidar su idea de trabajo.
“Desde que se registraron las guarimbas en el año 2014 la situación económica comenzó a mermar (…) la falta de efectivo también me afectó porque yo no tenía punto y durante un tiempo pensé en tirar la toalla abandonar el emprendimiento para dedicarme a otra cosa o irme del país”.
Sin embargo, la resiliencia, una de las virtudes de este emprendedor, lo erigió una vez más y con el apoyo de sus vecinos se mantuvo activo en esa época de inconvenientes en todos los ámbitos.
“Con el apoyo de otros comerciantes pude comenzar a cobrar por punto bancario y con eso pude continuar (…) pese a las contrariedades, guarimbas y falta de efectivo seguí trabajando por mis dos hijos, por la familia”.
Emprender
Enrique Ruiz es un luchador que luego de egresado universitario vio cómo su profesión carecía de oportunidades favorables y decidió, con base en sus conocimientos generar una metodología comerciar que lo beneficiara.
¿Cómo nació tu idea de emprendimiento?
Durante mis estudios universitarios yo me las ingeniaba (…) yo estudiaba y trabajaba en mi emprendimiento (…) me gradúe y yo intente buscar en ese tiempo empleo en mi ramo, pero no tuve suerte porque no conseguí algo que me convenciera de dejar lo que estaba haciendo en términos económicos, por eso decidí consolidar lo que ya tenía hecho.
¿Qué fue lo que conseguiste cuando saliste graduado?
Me salieron dos empleos uno de cajero en el banco otros de cajero en supermercados (…) la oferta económica no era buena y los sueldos ya estaban muy bajos (…) yo comparaba lo que generaba mi comercio y lo que me ofrecían y no era equitativo (…) lo fui dejando y no logré obtener algo que supliera lo que hasta hoy hago”.
¿Qué has logrado en 23 años de trabajo emprendedor?
Yo tengo que agradecerle a Dios porque con este emprendimiento puede construir mi casita, cambié de carro y puedo atender las necesidades de mis dos hijos.
¿Cuál es el consejo que le darías a los nuevos emprendedores?
Tengan mucha ilusión, mucha fe, constancia (…) un negocio de la noche a la mañana no resulta. Y ser ordenado, anotar, saber en qué se invierte el dinero, la contabilidad es importante (…) deben tener orden en el emprendimiento para que se dé.
Carlos Ramírez