La llegada de la navidad trae consigo un sinfín de actividades religiosas, culturales y de entretenimiento, adicionalmente la alegría de estas fechas se intensifica con las decoraciones de viviendas, calles y sitios de recreación, que se ven transformados en toda la ciudad con adornos que van desde árboles de singulares tamaños, pesebres y luces de navidad que dan un festín visual que alegra el espíritu.
Aunque parezcan ornamentos claramente materiales, es imprescindible acotar que estos elementos decorativos están inmersos en un profundo, emotivo e importante simbolismo religioso y de orden cultural, fomentados a través de las tradiciones que representan una conexión con el verdadero mensaje de la navidad.
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Las representaciones del pesebre son las más realizadas en la región, desde las iglesias hasta las ermitas improvisadas en las comunidades, la imagen del portal de Belén presencia toda una descripción de cómo llegó el niño Dios al mundo. Además, la presencia de luces de navidad copando puertas, ventanas y techos complementan la escena para deleite y disfrute de transeúntes.
La idea primigenia es promover un ambiente de felicidad y alegría a través de una comunión entre los vecinos, ya que el trabajo es parte del ambiente navideño que busca la concordia y el apoyo del prójimo como una señal inequívoca de seguir el mensaje del niño Jesús.
Otro de los elementos que no faltan en las decoraciones navideñas es el arbolito, el cual resguarda a sus pies los obsequios para los niños y niñas que durante todo el año han tenido buen comportamiento. La tradición en el país es que el Niño Jesús recompensa a quienes van bien en la escuela, hacen caso a sus padres y son buenos hermanos, compañeros y amigos.
Decoraciones simbólicas
El Árbol de Navidad: símbolo de esperanza y vida
El árbol de Navidad es el adorno más icónico de la Navidad. Su origen se remonta a las tradiciones paganas, donde los árboles se decoraban con frutas y velas para celebrar el solsticio de invierno y pedir el retorno del sol y la vegetación. En la Iglesia Católica, el árbol de Navidad representa la esperanza y la vida eterna. El árbol, con sus ramas que apuntan hacia el cielo, simboliza la presencia de Dios en el entorno. Las luces que adornan el árbol representan la luz de Cristo que ilumina el entorno.
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La Corona de Adviento: símbolo de esperanza y paciencia
La Corona de Adviento es otro adorno navideño muy importante en la Iglesia Católica. Se compone de un círculo de ramas verdes, generalmente de pino o abeto, que representan la vida eterna. La corona se adorna con cuatro velas que simbolizan las cuatro semanas de Adviento, el tiempo de espera antes de la Navidad. Las velas se encienden por semana, tras encender la primera se va añadiendo una nueva cada domingo, hasta que las cuatro están encendidas en la víspera de Navidad.
El Belén: recuerdo del nacimiento de Jesús
El Belén es una representación del nacimiento de Jesús en un pesebre. Se compone de figuras que representan a la Sagrada Familia: María, José y el Niño Jesús. También se incluyen figuras que representan a los animales de rebaño y que pastaban en el establo, así como a los pastores y Reyes Magos.
Luces de Navidad
Las luces navideñas son luces y otros adornos que se usan para iluminar y decorar tanto el interior como exterior de las casas y edificios durante las Navidades. La tradición está relacionada con los árboles de Navidad, ya que en Alemania antiguamente se decoraban con velas. Los árboles de Navidad iluminados con luces eléctricas se hicieron muy populares a principios del siglo XX. Más tarde, a mediados de dicho siglo, se empezaron a colocar hileras de luces eléctricas a lo largo de las calles y en los mercadillos de Navidad de muchas ciudades.
Carlos A. Ramírez B.