“Les voy a recordar que valoren su vocación. No es que la Iglesia los necesite, queridos laicos, ustedes son la Iglesia que el mundo necesita”, dijo monseñor Gustavo García Naranjo al despedirse como Obispo de la Diócesis de Guarenas.
El laicado fue uno de los sectores destinatarios en el mensaje del ahora Obispo Emérito, quien este 16 de enero, en la Catedral “Nuestra Señora de Copacabana” de Guarenas, presidió una misa en acción de gracias por la labor episcopal cumplida durante 24 años.
Del sector civil acudió el alcalde de Guarenas, ingeniero Luis Figueroa, quien saludó al Prelado junto a la directora de su despacho, Dulce Feliciano. Entre tanto, Carmen Cuevas, ex alcalde de Guatire y quien hace 24 años estuvo entre las autoridades que recibieron, también saludó al I Obispo de Guarenas.
Yubelin Estanga, coordinadora de proyectos de la Asociación Civil Trabajo y Persona, entregó un reconocimiento a monseñor Gustavo García Naranjo «por su valiosa colaboración y apoyo durante su gestión» como obispo diocesano, «en la realización del programa Emprendedoras del Chocolate en Guarenas, Guatire y San José de Barlovento».
“Con ustedes he vivido momentos fuertes de mi vida sacerdotal y episcopal en el marco de la Evangelización cumplida en esta Diócesis de Guarenas”, indicó en una homilía a ratos cortada por la emoción que le embargaba.
Les pidió amar “su condición laical” y que “descubran con renovada urgencia su lugar en el mundo, la familia, el trabajo, la política, la educación y el sector de las empresas”. “No se olviden del lugar del laico en el mundo –ese mundo al que Dios ama y al que envió a su Hijo- descubran y vivan su pertenencia desde la verdad afianzada en Jesucristo”, dijo.
El prelado destacó también la presencia de muchos hombres y mujeres que, “sin pertenecer a una estructura eclesial, incluso sin ser religiosos”, se reunieron con él a lo largo de este tiempo “para pensar, tratar y trabajar sobre temas que hacen a la realidad humana como la educación social y espiritual de nuestros hermanos”, refirió.
Aunque la ceremonia fue sencilla y estuvo marcada por las medidas preventivas en contra del COVID-19, no dejaron de estar presentes feligreses, un buen número de sacerdotes, diáconos permanentes y autoridades civiles de las vicarías de Guarenas – Guatire y Barlovento. A las 9:15 de la mañana comenzó la ceremonia.
Un canto de entrada dedicado a monseñor García Naranjo tomó por sorpresa al prelado que con muestras de alegría lo escuchaba mientras caminaba hacia el altar. El Coro Parroquial de Nuestra Señora de Copacabana ya lo había ensayado con la feligresía.
“Gustavo García Naranjo, primer Obispo de Guarenas, a ti cantamos dando gracias a Dios, por tu episcopado, bendición de Dios”, dice el coro del canto “A Gustavo”, ensayado antes de la misa y que describe la relación del obispo con su grey.
“Contento del trabajo pastoral, te despides de tu pueblo. Por siempre recordado tú serás, pastor y amigo, gran hermano de verdad”, dice una de las estrofas compuestas por Héctor Daniel Rodríguez Acosta. “Pintoresco y siempre alegre monseñor, radiante luz que brilla fuerte, compartiendo sonrisas y la fe, pastor humilde como lo fue San José”.
Concluye con la frase que marcó su trabajo episcopal. “Celebra junto a ti mi corazón y en él los muchos de éste pueblo. Seremos la familia que, de Gloria al Señor, en la unidad como muy bien lo dices tú: ¡Que todos seamos una sola familia, para gloria tuya!”.
Monseñor García Naranjo también saludó a quienes fueron sus sacerdotes, agradeciéndoles por el acompañamiento y el trabajo realizado. “A todos ustedes, queridos hermanos, les agradezco su presencia, su amistad y disponibilidad. No tengo palabras para pagar tanto cariño, tantas demostraciones de afecto y tanto espíritu de servicio”, expresó muy entusiasmado.
Hacia el final de su mensaje, puso en manos de Dios y de la Patrona Diocesana, la Virgen de Copacabana, la llegada del nuevo obispo de Guarenas, monseñor Tulio Luis Ramírez Padilla. La ceremonia para la toma de posesión, está prevista para el sábado 6 de febrero, a las 10 de la mañana, en la Catedral de Guarenas.