En respuesta a una pregunta de la agencia de noticias Reuters, el Papa Francisco dijo que cree que las reformas financieras evitarán futuros escándalos como los que han saltado a los titulares en los últimos años y como el de la compraventa del edificio de Sloane Avenue en Londres que ahora se está analizando en el juicio que celebra el Tribunal vaticano.
Hablando del palacio de Londres, el periodista preguntó: «¿Cree Usted que ha habido suficientes cambios para evitar que vuelvan a producirse escándalos similares?» «Yo creo que sí», respondió el Pontífice, enumerando inmediatamente todos los pasos dados: «La creación de la Secretaría para la Economía con gente técnica, que entienda, que no caiga en manos de ‘benefactores’, o de amigos que luego te hagan resbalar, creo que este nuevo dicasterio, digamos, que tiene toda la financiación en sus manos, es una seguridad en la administración. Porque antes la administración era muy desordenada».
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El Papa puso entonces el ejemplo de un jefe de sección de la Secretaría de Estado que tenía que administrar las finanzas, pero al no estar cualificado buscaba, de buena fe, amigos que le echaran una mano. «Pero a veces los amigos no eran la beata Imelda y por eso pasó lo que pasó», comentó Francisco, citando a Imelda, una niña del siglo XIV que es un ejemplo de pureza.
«(La culpa fue) -volvió a decir el Papa- la irresponsabilidad» de la estructura, en ese momento, que dio la responsabilidad a una persona buena que estaba allí porque tenía el lugar que tenía. Y éste no sabía (de cosas financieras) y tuvo que pedir ayuda fuera sin suficientes controles desde dentro. La administración no era madura».
Francisco concluyó recordando que “esta idea de la Secretaria para la Economía fue del cardenal Pell. Ha sido él, el genio”.
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