Inmediatamente se puso en marcha el viaje de Francisco a Canadá, un viaje de penitencia para remediar el diálogo con los pueblos indígenas heridos en su cultura, en sus tradiciones. Un camino juntos, que debe ser realizado por todo el país. Ellos fueron los protagonistas ayer en el Aeropuerto Internacional de Edmonton. Representantes de las First Nations, Metis e Inuit, las realidades indígenas reconocidas por el gobierno canadiense, ataviados con trajes tradicionales, dieron la bienvenida al Pontífice con un canto ritual interpretado a coro.
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Tras los saludos de las autoridades civiles y religiosas, el Papa se trasladó al Seminario de San José, donde permanecerá los primeros días de este viaje. Hoy las dos primeras citas: a las 10.00 (hora de Edmonton), la visita a los indígenas en las reservas de Maskwacìs, a 100 kilómetros al sur de Edmonton; después a las 16.45 un nuevo encuentro con los indígenas en la iglesia del Sagrado Corazón en presencia de la comunidad parroquial.
«Caminando juntos»
El mensaje de reconciliación, de disculpa, de perdón y de consuelo, que Francisco trae a esta tierra, quiere dirigirse a todas las realidades de la sociedad canadiense en un camino que necesariamente debe hacerse en conjunto. Y este es precisamente el tema elegido para el viaje: «Marcher Ensamble – Walking together», expresado en las dos lenguas oficiales del país. Un viaje que también realizaron juntos en el Vaticano el pasado mes de abril.
Giancarlo La Vella – Edmonton (Canadá)