Tras una breve pausa en el mes de julio, el Papa Francisco ha reanudado esta mañana su tradicional Audiencia General de los miércoles en el Aula Pablo VI. En la Catequesis de hoy, el Pontífice ha continuado con su ciclo sobre la Carta de San Pablo a los Gálatas, la cual – ha dicho – “es el anuncio de Pablo que nos da vida a todos”.
El Papa se ha parado un instante para recordar la figura de Pablo, hombre “entusiasta” con la misión de evangelizar, pues – dice el Papa – “parece que no ve otra cosa que esta misión que el Señor le ha encomendado. Todo en él está dedicado a este anuncio, y no posee otro interés que no sea el Evangelio”. Además, dice Francisco, “el amor, el interés y el trabajo de Pablo es anunciar”, hasta el punto que interpreta toda su existencia como una llamada a evangelizar y a hacer conocer el mensaje de Cristo y el Evangelio.
El anuncio de Pablo, anterior a los Evangelios, es el que nos da vida a todos
“Pablo – prosigue el Papa – no piensa en los “cuatro evangelios”, como es espontáneo para nosotros. De hecho, mientras está enviando esta Carta, ninguno de los cuatro evangelios ha sido escrito todavía”. “Para él – dice el Papa – el Evangelio es lo que él predica, el kerygma, el anuncio de la muerte y resurrección de Jesús como fuente de la salvación”. Un Evangelio que se expresa con cuatro verbos: «que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; que se apareció a Cefas: “Este es el anuncio de Pablo, el anuncio que nos da vida a todos” agrega el Papa.
El Evangelio es uno solo
Francisco, en su Catequesis, también cuenta que el apóstol no logra explicarse por qué los Gálatas están pensando en acoger otro “evangelio”. Estos cristianos todavía no han abandonado el Evangelio anunciado por Pablo, pero hay que tener en cuenta que “todavía son principiantes y su desorientación es comprensible”. De hecho – dice el Papa – “no conocen todavía la complejidad de la Ley mosaica y el entusiasmo en el abrazar la fe en Cristo les empuja a escuchar a los nuevos predicadores”. Ante este hecho, el Papa asegura fuertemente que “el Evangelio es solo uno y es el que Pablo ha anunciado; no puede existir otro”.
Sobre la verdad del Evangelio no hay nada que negociar
El Pontífice hoy ha querido dejar claro, al igual que Pablo en su tiempo, que no se puede negociar con la verdad del Evangelio: “O recibes el Evangelio tal como es, tal como ha sido proclamado, o recibes cualquier otra cosa” dice el Papa, “pero no se puede negociar con el Evangelio, no se puede transigir, la fe en Jesús no es moneda de cambio: es salvación, es encuentro, es redención. No se vende barato”.
No hay evangelios “de moda”, el evangelio es siempre una novedad
Por último, el Papa Francisco señala que la comunidad de los gálatas está animada por los buenos sentimientos, está convencida de que escuchando a los nuevos misioneros podrá servir aún mejor a Jesucristo. Incluso empezaron a sospechar del propio Pablo, creyendo que era «poco ortodoxo con respecto a la tradición». Pero la novedad del Evangelio, dice el Papa Francisco, «es una novedad radical, no es una novedad pasajera: no hay evangelios «de moda». La situación vivida por los gálatas es una situación que se repite en todos los tiempos, y por eso, observa Francisco, las palabras del Apóstol son útiles también para nosotros hoy, que debemos saber desenredarnos en el «laberinto de las buenas intenciones».
“Vemos hoy, algunos movimientos que predican el Evangelio a su manera, a veces con sus verdaderos carismas; pero luego exageran y reducen todo el Evangelio al «movimiento». Y esto no es el Evangelio de Cristo: es el Evangelio del fundador, de la fundadora”.