¡Paz y bien! Y con este cordial saludo franciscano, me uno a todos ustedes desde Roma en este momento en que se enciende la estrella de la torre de la Virgen María en la basílica de la Sagrada Familia”. Con estas palabras comienza el Santo Padre su vídeo mensaje dirigido a los fieles que peregrinan en la arquidiócesis española de Barcelona. Además, el Papa desea hacer llegar su saludo “a los más pobres de esa gran ciudad, a los enfermos, a los afectados por la pandemia del Covid-19, a los ancianos, a los jóvenes que por diferentes situaciones ven comprometido su futuro, a las personas que están viviendo momentos de prueba”.
Caminar sinodalmente
El Obispo de Roma afirma que junto a uss hermanos – el arzobispo cardenal Juan José Omella y sus tres obispos auxiliares – “caminan juntos”, es decir, “sinodalmente, tanto los fieles laicos – niños, adolescentes, jóvenes y adultos – como los miembros de la vida consagrada, los seminaristas, los diáconos y sacerdotes”. Y agrega que “en este camino sinodal los ilumina desde hoy esta estrella que el gran arquitecto Antoni Gaudí soñó que coronaría la torre de la Virgen María”.
María Inmaculada, «una obra maestra»
De María, Francisco recuerda que “es la Estrella de la nueva evangelización”. Por esta razón, “elevando nuestros ojos a la estrella que corona la torre”, los invita a que contemplen a la Madre, “porque cada vez que miramos a María volvemos a creer en lo revolucionario de la ternura y del cariño”, tal como se lee en la Exhortación apostólica Evangelii gaudium, 288.
“En perfecta sintonía con el designio de Dios sobre ella”, el Pontífice dice que la Virgen María “se convirtió en la más santa, humilde, dócil y transparente ante Dios”. Y recuerda que:
Tras destacar que el Evangelio de san Lucas se refiere a ella como la “llena de gracia”, el Papa agrega: “También nosotros nos dirigimos a ella de ese modo en cada Ave María que rezamos, sintiendo siempre su presencia materna y entrañable. Ella está llena de la presencia de Dios, que se ha hecho carne en su seno”.
Seguir el ejemplo de la Virgen
El Santo Padre los anima a seguir el ejemplo de la Virgen María “con gestos cotidianos de amor y de servicio”, y a tener en cuenta que “la belleza inmaculada de nuestra Madre es inimitable”. Y, al mismo tiempo, “nos atrae”. También destaca que cuando se reza con ella “meditamos los misterios de la vida de Jesús, pero también discernimos el camino que Él nos indica y recibimos la fuerza para rechazar las tentaciones de la violencia o del beneficio inmediato”.