El papa Francisco se dirigió, este miércoles 5-A, a la Basílica de Santa María la Mayor y se detuvo unos momentos ante la imagen de la Salus Populi Romani.
Francisco sorprendió una vez más a los fieles de la ciudad de Roma, al presentarse en esta Basílica para rezar ante este icono mariano, la protectora del pueblo de Roma, y ante la cual depositó un ramo de flores.
Esta visita se produjo en el día en que la Basílica celebra la fiesta de su dedicación, realizada el 5 de agosto del año 358. Para conmemorar esa efeméride, es tradición que la Basílica acoja una misa en la que de forma simbólica se representa el “milagro de la nieve” con una lluvia de pétalos blancos dentro del santuario.
El 5 de agosto del 358, durante el pontificado del papa Liberio, la Virgen María se apareció en sueños al Pontífice y al patricio Juan y les pidió que construyeran una iglesia en el lugar que les indicaría.
Durante la mañana, y a pesar de ser verano, se produjo una nevada sobre la colina romana del Esquilino, en el lugar donde debían construir la Basílica. El nuevo templo se terminaría de construir en el año 431, durante el Pontificado de Sixto III.
Francisco se presentó en la Basílica a las 4:15 pm (hora de Roma) durante el rezo de Santo Rosario y antes de las Solemnes Segundas Vísperas Papales, presididas por monseñor Piero Marini. El Pontífice ofreció flores a la Virgen y rezó unos minutos ante el icono.
La misa pontificia, con la tradicional lluvia de pétalos blancos, se había celebrado a las 10:00, presidida por el Cardenal Stanislaw Rylko, Arcipreste de la Basílica.