En un ambiente de fraternidad y alegría el Seminario Diocesano Santo Tomás de Aquino recibió a los sacerdotes del presbiterio que han sido formadores y rectores en esta casa de formación centenaria, con el fin de rendirles un homenaje, que se traduce en gratitud por su servicio pastoral en la formación sacerdotal.
Fue la tarde del pasado miércoles 20 de noviembre cuando cerca de 30 sacerdotes, que en otrora fueron formadores, fueron recibidos en medio de aplausos en el auditorio del Seminario, allí, luego de ser entonados los himnos por parte de los niños del Seminario menor, fueron pronunciadas las palabras de bienvenida por parte del Rector, quien además leyó el decreto “botón del Seminario” el cual certifica y da fe del reconocimiento público al servicio de estos sacerdotes. Posterior a la lectura de dicho decreto, seminaristas del menor impusieron el botón de honor a los sacerdotes.
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El pódium que presidió el evento fue ocupado por el obispo auxiliar de la Diócesis de San Cristóbal, monseñor Juan Ayala, y por los sacerdotes que han sido rectores del Seminario, a saber: Jesús Duque, actual párroco de la Basílica de Táriba; Victoriano Rodríguez, actual párroco de la parroquia Nuestra Señora de Coromoto; José Lucio León, director de Diario Católico y párroco de la Catedral y el rector en función, Reinaldo Balza.
Por parte de los homenajeados el encargado de dirigir las palabras memorables fue nuestro director y penúltimo rector del Seminario, Pbro. José Lucio León, quien, a pesar de llevarlas por escrito, con notable emoción dirigió un discurso espontáneo en que dejó notar su profundo amor por el Seminario; además, hizo mención de dos características fundamentales de la formación: la fraternidad y la cercanía, características con que, vale la pena acotar, los seminaristas definen y recuerdan su rectorado.
También fue invitado a dirigirse a la comunidad reunida monseñor Juan Alberto Ayala, quien valiéndose de anécdotas expresó su sentido de pertenencia y amor por el Seminario, al que denominó su casa. Luego, del auditorio se dirigieron a la Iglesia Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, donde ofreciendo pan y vino, celebraron la acción de gracias por excelencia, la eucaristía, presidida por el Pbro. Jesús Duque y concelebrada por los demás sacerdotes presentes; contando con la presencia, además, de Mons. Ayala.
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Concluida la santa misa los sacerdotes, en procesión y llevando en sus manos un cirio encendido, se dirigieron a la efigie de Nuestra Señora de la Consolación que se encuentra en el patio central del Seminario, donde el Obispo Auxiliar presidió un responso por los rectores y formadores fallecidos. Corona de flores y una cruz de madera que llevaba grabados los nombres de estos difuntos, fue ofrendada frente a la Imagen de la Virgen.
Toda celebración amerita un ágape, y esta no fue la excepción. En el comedor del Seminario tuvo lugar la cena, que fue precedida por la oración de bendición pronunciada vehementemente por Mons. Luis Humberto Urbina.
Un momento de especial significado fue el cierre del homenaje, pues, luego de dar gracias a Dios por los dones que puso sobre la mesa, todos los presentes se dirigieron a la sala exterior de la rectoría, donde se develó la “Galería de Rectores”. En este lugar se dejó para la historia un especial reconocimiento a aquellos que, desde 1925 hasta ahora, han regentado al Seminario de San Cristóbal que arriba felizmente a su primer centenario.
Carlos Peña Seminarista