Leonardo Vivas/ Diario Católico
La Iglesia de San Cristóbal junto al Seminario Diocesano Santo Tomás de Aquino festeja la solemnidad de Pentecostés y también el Día del Seminario en Venezuela. Un hecho particular circunda esta fiesta, pues curiosamente un 16 de mayo de 1959, víspera de la Solemnidad de Pentecostés se colocó la piedra fundacional de este nuevo Seminario Diocesano en la Colina de Toico.
Los inicios de esta obra de tan gran envergadura se deben al esfuerzo y desvelo pastoral del tercer obispo de la Diócesis de San Cristóbal, el Excmo. Monseñor Alejandro Fernández Feo, quien, tras su llegada al Táchira, se preocupó por la promoción de las vocaciones sacerdotales. Fue así como en emocionadas palabras comunicó a todos su parecer de construir un nuevo y amplio Seminario, a través de la carta pastoral del 28 de abril de 1959, enfatizando que: había puesto su proyecto bajo la protección de la Madre del Único y eterno Sacerdote, Cristo Jesús, bajo la advocación de la Consolación .
En principio, Monseñor Fernández Feo pensó en adquirir unos terrenos cercanos a la avenida Libertador, pero su amigo Rafael Ángel González le advirtió de un buen sitio cercano a Palmira, en la colina de Toico. Habiendo adelantado este sacerdote la negociación sin consulta a su superior, sabiendo de lo bueno de esa tierra para hacer hombres de Dios, el proyecto se llevó adelante ya que por la cantidad de 105.000 bolívares adquirió setenta y cinco hectáreas, en la colina de Toico.
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Fue entonces, cuando el día 16 de mayo de 1959, víspera de la fiesta de Pentecostés se colocó la piedra fundacional del Seminario. Así lo reflejó el boletín eclesiástico: “El día diez y seis de mayo del Señor de mil novecientos cincuenta y nueve, víspera de la solemnidad de Pentecostés, en la que se celebra el DIA DE LOS SEMINARIOS; en el primer año del feliz reinado de nuestro Santísimo Padre, el papa Juan XXIII, el Excmo. y Rvdmo. Monseñor Dr. Alejandro Fernández Feo, Tercer Obispo de la diócesis de San Cristóbal, en el séptimo año de su pontificado, después de invocar el Nombre del Santísimo Dios y el patrocinio de la Bienaventurada Virgen María, bendijo y colocó solemnemente la primera piedra del nuevo edificio para asiento del Seminario, en la altiplanicie denominada Toiquito, entre las poblaciones de Táriba y Palmira.
Asistieron al acto, además de su excelencia reverendísima, todo el venerable clero de la diócesis, el señor Doctor Andrés Aguilar, Ministro de Justicia, las altas autoridades Civiles y Militares del Estado, el Dr. René De Sola, anterior Ministro de Justicia, los ingenieros Dr. Rafael Ferrero Tamayo y Edgar Espejo, a cuya pericia y eficiencia se había encomendado la ejecución de la obra, y gran muchedumbre de fieles venidos de todas las parroquias de la diócesis. A los acordes de los himnos nacional y pontificio se izaron las banderas de Venezuela, de la Santa Sede, del Seminario Santo Tomás de Aquino, y se leyó el acta , que encerrada dentro de un tubo de cristal y con las sagradas efigies del Corazón de Jesús y de la Santísima Virgen de Consolación de Táriba, además de algunas monedas de Plata recientemente acuñadas, se colocaron dentro de la piedra fundacional…
Esta ceremonia tuvo lugar a eso de las cinco de la tarde. Años más tarde el mismo doctor Edgar Asís Espejo describió en entrevista exclusiva para Diario Católico, la culminación de la primera etapa del Seminario, el cual consta de un edificio para estudio y dormitorio de seminaristas menores, dos edificios para estudio y dormitorio de seminaristas mayores; un edificio para rectoría y administración; uno para para cocina-comedor; uno para residencia de monjas y una piscina semi-olímpica con planta de tratamiento, acueducto, drenaje, asfaltado de plazas y calles de acceso, sembrado de grama, jardinería y campo de deportes. La erección del nuevo Seminario se realizaba gracias a Dios, a la Santísima Virgen de Consolación, así como a la buena intención de Monseñor Alejandro y la colaboración del episcopado alemán.
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Es curioso que el día de la fiesta de Pentecostés y de la celebración del Día de los Seminarios en Venezuela, hubiese nacido el Seminario Diocesano Santo Tomás de Aquino, en la colina de Toico. Hoy 63 años después de tal acontecimiento algunos se podrán preguntar: ¿Dónde se encuentra alojada esta piedra que simbólicamente conserva las intenciones de los fundadores? ¿Qué significa la fiesta de Pentecostés para las vocaciones? En primer lugar, según datos aportados por el Pbro. Luis Enrique Blanco, la piedra fundacional, se encuentra ubicada en el lugar que ocupan las astas de las banderas, diagonal a la capilla Jesucristo Sumo y eterno Sacerdote. Aproximadamente a un metro de profundidad. Fuese oportuno destacar este lugar para el recuerdo de la historia y finalmente prepararlo para los venideros años de cara a la celebración centenaria de esta casa de formación.
En segundo lugar, celebrar Pentecostés hoy, significa hacer viva la fuerza del Espíritu Santo para proclamar en el orbe entero la buena nueva del Evangelio. Es reafirmar el compromiso de ser TESTIGOS de la Resurrección con alegría y esperanza. La unidad del día del Seminario en Venezuela y la solemnidad de Pentecostés debe ser para nosotros un recordatorio, de la necesidad de vivir inspirados por la acción del Espíritu de Dios, para visualizar el futuro con ilusión y optimismo, tal como lo hizo Monseñor Alejandro Fernández Feo y sus sucesores. Pentecostés es la solemnidad del Espíritu que nos invita a vencer el miedo.
Celebremos juntos la alegría del Espíritu y demos gracias por el Seminario Diocesano Santo Tomás de Aquino que arriba a sus 97 Años configurando pastores y 63 siendo luz en la Colina de Toico.
¡Ven Espíritu Santo y renueva la faz de tierra!