El Evangelio de hoy, trae una enseñanza para nuestra vida. Las lecturas de hoy del Santo Evangelio están acompañadas con unas palabras del Papa Francisco que nos invita a reflexionar.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sir 44, 1. 25
Alabemos a san Joaquín y a santa Ana, porque en su descendencia el Señor Dios ha bendecido a todos los pueblos.
ORACIÓN COLECTA
Señor, Dios de nuestros padres, que concediste a los santos Joaquín y Ana la singular gracia de que naciera de ellos la Madre de tu Hijo encarnado, concédenos, por las súplicas de ambos, que alcancemos la salvación prometida a tu pueblo. Por nuestro Señor Jesucristo…
PRIMERA LECTURA
Lectura del profeta Jeremías 14, 17-22
Mis ojos se deshacen en lágrimas,
de día y de noche no cesan:
por la terrible desgracia que padece
la doncella, hija de mi pueblo,
una herida de fuertes dolores.
Salgo al campo: muertos a espada;
entro en la ciudad: desfallecidos de hambre;
tanto el profeta como el sacerdote
vagan sin sentido por el país.
¿Por qué has rechazado del todo a Judá?
¿Tiene asco tu garganta de Sion?
¿Por qué nos has herido sin remedio?
Se espera la paz, y no hay bienestar,
al tiempo de la cura sucede la turbación.
Reconocemos, Señor, nuestra impiedad,
la culpa de nuestros padres,
porque pecamos contra ti.
No nos rechaces, por tu nombre,
no desprestigies tu trono glorioso;
recuerda y no rompas tu alianza con nosotros.
¿Tienen los gentiles ídolos de la lluvia?
¿Dan los cielos de por sí los aguaceros?
¿No eres tú, Señor, Dios nuestro;
tú, que eres nuestra esperanza,
porque tú lo hiciste todo?
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SALMO DE HOY
Sal 78, 8. 9. 11 y 13 R/. Por el honor de tu nombre líbranos, Señor.
No recuerdes contra nosotros las culpas
de nuestros padres;
que tu compasión nos alcance pronto,
pues estamos agotados. R/.
Socórrenos, Dios, Salvador nuestro,
por el honor de tu nombre;
líbranos y perdona nuestros pecados
a causa de tu nombre. R/.
Llegue a tu presencia el gemido del cautivo:
con tu brazo poderoso, salva a los condenados a muerte.
Nosotros, pueblo tuyo, ovejas de tu rebaño,
te daremos gracias siempre,
cantaremos tus alabanzas de generación en generación. R/.
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EVANGELIO DEL DÍA
Lectura del santo evangelio según san Mateo 13, 36-43
En aquel tiempo, Jesús dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron a decirle:
«Explícanos la parábola de la cizaña en el campo». Él les contestó:
«El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del reino; la cizaña son los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el final de los tiempos y los segadores los ángeles.
Lo mismo que se arranca la cizaña y se echa al fuego, así será al final de los tiempos: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles y arrancarán de su reino todos los escándalos y a todos los que obran iniquidad, y los arrojarán al horno de fuego; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga».
PALABRAS DEL SANTO PADRE
Nos hará bien esta semana pensar en el final. Si el Señor me llama hoy, ¿qué haría? ¿Qué iba a decir? ¿Qué grano le mostraré? el pensamiento del fin nos ayuda a avanzar; no es un pensamiento estático: es un pensamiento que prosigue porque es proseguido por la virtud, por la esperanza. “Sí, habrá un final, pero ese final será un encuentro: un encuentro con el Señor. Es verdad, será un relato de lo que he hecho, pero también, será un encuentro de misericordia, de alegría, de felicidad”. Pensar en el fin, el fin de la creación, el fin de la propia vida, es sabiduría; los hombres sabios lo hacen. (Homilía Santa Marta 2018)