San Juan Pablo II anunció el 01 de enero de 1991 su tercera Encíclica social llamada Centesimus Annus (CA), promulgándola el 01 de mayo del mismo año con motivo de celebrarse el Centenario de la Rerum Novarum (RN).
¿EN QUE CONTEXTO SE ESCRIBE? El año 1991 fue declarado el año de la Doctrina Social de la Iglesia (DSI). A su vez entre 1989-1990 se dio el desmoronamiento de los regímenes comunistas de la Europa Central y del Este, con la caída del Muro de Berlín y la Guerra del Golfo (1990-1991). Con el centenario de la RN, la Encíclica busca conmemorar el espíritu con que se cerró la historia del siglo XIX, ahora al cerrar el siglo XX la Iglesia reconoce que “hay nuevas cosas que decir” a este mundo.
Con una mirada al futuro frente a los nuevos acontecimientos esta Enciclica buscaba ser esperanza frente a los retos de la DSI, entre estos tenemos: el reto de la paz que es fruto de la justicia, el reto de la pobreza en un mundo que vive la paradoja entre Epulones y Lázaros recordando el Destino Universal de los Bienes, el reto de la pobreza espiritual con síntomas de corazones sin fuerza de Espíritu, el reto de la defensa de la dignidad de la persona humana y el trabajo, y el reto de la libertad del hombre.
¿QUÉ CARACTERISTICAS DE LA RN RECUERDA LA CA?
La RN inicia un periodo transcendental al ser la primera vez que se afronta un problema social por parte del ministerio apostólico, por ello, la CA expresa la deuda de gratitud que la Iglesia ha contraído con León XIII y su inmortal documento, mostrando cómo la rica sabia que sube desde aquella raíz, no se ha agotado con el paso de los años, sino que, al contrario, se ha hecho más fecunda. Recordemos algunos de los principios enunciados y que desarrollé en el segundo artículo de Fe creída, Fe vivida: la dignidad del trabajo humano y derecho a la propiedad privada, los derechos a la asociación y a unas condiciones de trabajo dignas, al justo salario y a cumplir los deberes religiosos, la concepción del Estado: atención a todos, sobre todo a los pobres y velar por el bien común.
HACIA LAS COSAS NUEVAS DE HOY
La CA indica que el error fundamental del socialismo es de carácter antropológico, ya que el hombre es molécula del organismo social. Esta ideología busca desaparecer el concepto de persona, lo cual esta en contra de la concepción cristiana que la defiende y promociona. La causa principal de esta errónea concepción está en el ateísmo, la lucha de clases, la estatalización, el fenómeno de las guerras, la dictadura comunista, la carrera de armamentos, la Guerra atómica, el totalitarismo comunista.
¿Qué paso en EL AÑO 1989? Caen los regímenes totalitaristas y la Iglesia ha prestado ayuda con su compromiso en favor de la defensa y promoción de los derechos del hombre, al mismo tiempo iban surgiendo nuevas formas de democracia.
La caída del muro de Berlín tuvo como factores la violación de los derechos fundamentales, la lucha pacífica contra el bloque con las armas de la Verdad, el vacío espiritual causado por el ateísmo del momento. Pero podríamos decir que el problema de fondo era la falsa idea del hombre que conduce a un falso proyecto de sociedad.
LA PROPIEDAD PRIVADA Y EL DESTINO UNIVERSAL DE LOS BIENES
La CA afirma que la propiedad privada según la DSI no es un derecho absoluto, ya que el uso de los bienes está subordinado al Destino Universal de los Bienes, ya que su origen es un acto de Dios que crea para todos. También presenta otra forma de propiedad, la del conocimiento, la técnica y el saber. Aquí hace referencia a la moderna economía que tiene aspectos positivos cuando tiene como raíz la libertad de la persona. El libre mercado debe buscar responder a las necesidades humanas con el deber de justicia y ayuda a los más necesitados. Por ello, resalta que la finalidad de las empresas es ser una comunidad de hombres que se guían por principios de bien común. En cuanto a la Deuda exterior indica que no debe ser pagada con sacrificios insoportables, sino que hay que buscar modelos de reducción y extinción.
Referente a la ecología expone que se consume de manera desordenada los recursos de la tierra, olvidando el origen creador de Dios y el hombre como su colaborador y guardián. La familia es la primera y fundamental estructura a favor de la ecología humana frente al crimen del aborto. El Estado y la sociedad, ante el nuevo capitalismo, tienen el deber de defender los bienes colectivos.
El sistema capitalista ¿es el sistema vencedor tras el fracaso del comunismo? La DSI reconoce lo positivo del mercado y de la empresa, orientados al bien común, los derechos de los trabajadores a la participación, el desarrollo integral de la persona, la propiedad de los bienes de producción es justa y legítima cuando se emplea en un trabajo útil, e ilegítima, cuando se impide el trabajo de los demás para obtener unas ganancias
ESTADO Y CULTURA
La Iglesia aprecia el sistema democrático, para ello es necesario un Estado de derecho. Una democracia sin valores se convierte en totalitarismo visible o encubierto. Por ello, la Iglesia educa la conciencia en los principios y valores de la DSI que ayudan a no cerrar los ojos frente a las ideologías y fundamentalismos que buscan imponer su concepción de verdad y del bien, es necesaria la libertad.CV indica que algunos países democráticos no siempre se respeta los derechos fundamentales, sin embargo, la Iglesia respeta la legítima autonomía de la democracia.
Promueve que el Estado en el ámbito económico garantice la seguridad donde se respete la libertad que promueva el trabajo, su pago y fruto asegurando así el desarrollo económico, vigilando y orientando el ejercicio de los derechos humanos en lo económico. La Iglesia promueve el principio de subsidiaridad, e incluso en situaciones de excepción puede ejercer funciones de suplencia, para ello pone de relieve el compromiso de solidaridad y caridad desde el fenómeno del voluntariado, todo esto para colocar en evidencia la búsqueda de la verdad, desde la evangelización en la cultura de cada pueblo, buscando la participación directa de los ciudadanos y cristianos desde su creatividad, inteligencia y corresponsabilidad, para hacer presente aquella famosa frase de san Pablo VI “El otro nombre de la paz es el desarrollo”.
EL HOMBRE Y EL CAMINO DE LA IGLESIA
Por tanto, el camino de la DSI tiene como fin el hombre y sus realidades, de forma especial los derechos humanos. La Iglesia conoce el sentido pleno del hombre gracias a la Revelación, a lo que llamamos antropología cristiana. Ello nos recuerda que el Evangelio no es teoría, se hace creíble en el testimonio de las obras, la DSI es un camino para ello. La opción y el amor por los pobres se concreta en la promoción de la justicia, no desde un camino superfluo, sino entrando en la promoción de un desarrollo integral, como ya lo hemos venido explicando en varios artículos desde el pontificado de san Pablo VI.
¿QUÉ NOVEDAD PROPONE? En primer lugar, la aceptación de la economía del mercado entendida desde los términos que presenta CV. En segundo lugar, la importancia del ambiente humano y la ecología humana. En tercer lugar, la reivindicación en la DSI del concepto de alienación hasta ahora monopolizado por el marxismo. En cuarto lugar, la defensa de una estructural social basada en la subjetividad de la persona y la sociedad, en otras palabras, que el sujeto social (el pueblo) sean efectivos en la vida social, política y económica, tanto como ciudadano como grupo social.