“En tantas partes del mundo se siente el terrible aire de tensión. La guerra sólo trae muerte y destrucción. Hago un llamamiento a todas las partes a mantener encendida la llama del diálogo y del autocontrol y evitar la sombra de la enemistad”, con estas palabras pronunciadas por el Papa Francisco después de rezar la oración mariana del Ángelus de este I Domingo de enero, dirigió un fuerte llamamiento por la paz en el mundo, e invitó a orar en silencio para que el Señor nos conceda esta gracia.
Saludos a los peregrinos
Al saludar a los numerosos fieles y peregrinos que se dieron cita en la Plaza de San Pedro, Francisco renovó sus mejores deseos de serenidad y de paz en el Señor. “¡En los momentos felices y en los difíciles – dijo – encomendémonos a Él, que es nuestra esperanza!”. Y recordó el compromiso asumido el día de Año Nuevo en la Jornada mundial de la Paz, cuyo lema de este año reza: «La paz como camino de esperanza: diálogo, reconciliación y conversión ecológica». De ahí que haya afirmado que “con la gracia de Dios, podremos ponerlo en práctica”.
Por último, tras desear a todos feliz domingo, y pedir que no se olviden de rezar por él, el Papa Francisco dio cita a todos para mañana, solemnidad de la Epifanía.
El Hijo eterno se hizo carne
En la reflexión el Papa recordó que “el Hijo eterno se hizo carne para introducirnos en su relación filial con el Padre”. Antes de rezar el Ángelus del primer domingo del año nuevo, el Santo Padre destacó que en la segunda semana del tiempo de Navidad las lecturas bíblicas ayudan a ampliar nuestra mirada, para tener plena conciencia del significado del nacimiento de Jesús. Y explicó que el Prólogo de San Juan, muestra que el Verbo, la Palabra eterna y creadora, es el Hijo unigénito de Dios.
Jesús no es una criatura, sino una Persona divina
El Papa Francisco añadió que “Él no es una criatura, sino una Persona divina”. Ahora, en cambio – prosiguió – “la novedad sorprendente es que precisamente este Verbo eterno se hizo carne». Es decir que “no sólo vino a morar entre el pueblo, sino que se convirtió en uno del pueblo”. Y agregó que tras este acontecimiento, “para orientar nuestra vida, no tenemos más sólo una ley, una institución, sino a una Persona divina, Jesús nos orienta la vida, nos hace recorrer el camino porque Él lo ha hecho primero”. (Vatican News)