No se trata de amenazas nuevas las que proceden de Moscú, pero pesan en el curso global de un conflicto que parece no tener fin. Por un lado, en el terreno, estamos en un punto muerto con pérdidas parciales en el sureste, donde Kiev afirma haber liberado tres centros, y el constante bombardeo ruso sobre Mykolaiev al que se sumaron durante la noche tres fuertes explosiones registradas en la ciudad de Energodar, donde se encuentra la central nuclear de Zaporozhzhia.
Pero las amenazas de Moscú también sirven para poner nerviosos a los mercados y a los gobiernos, que se ven obligados, como en Berlín y en los últimos días en París, a poner en marcha planes de emergencia para ayudar a los ciudadanos y a las empresas abrumados por el aumento de los precios, a la espera de un escudo europeo muy invocado en Italia, donde la polémica sobre la guerra y la dependencia energética de Moscú, se convierte en el primer tema de la campaña electoral.
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El arma de Moscú
Para Ucrania, el gas y la energía son ahora «un arma estratégica», como repite el presidente Zelensky, que informa de que el país tiene ya más de 600.000 personas sin electricidad y 235.700 sin gas en sus hogares. El bombeo a través del NordStream está completamente interrumpido y Moscú – son las palabras del líder – quiere destruir la vida normal de todos los europeos.
Hay dos respuestas posibles, señala: la unidad nacional y la presión internacional sobre Rusia, un duro golpe con el octavo paquete de sanciones y la restricción de los ingresos por petróleo y gas, así como la suspensión de los visados turísticos. Esto se discutió durante la llamada telefónica que Zelensky mantuvo ayer con la presidenta de la Comisión Europea, von der Leyen.
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Antes o después la tregua, pero según nuestras condiciones
La respuesta de Moscú llega en varias voces y de forma clara: nuestra estabilidad económica se mantiene, pero para el occidente la tormenta será global, sobre todo cuando las temperaturas empiecen a bajar dentro de unos meses. Es especialmente duro el resentimiento contra Alemania del portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov: el hecho de que las armas alemanas estén en manos de soldados nacionalistas que disparan contra nuestros muchachos es monstruoso.
El hecho de que Alemania y otros países europeos – dijo en una entrevista – apoyen a un país cuyo régimen permite a los nazis pasear por las calles con símbolos nazis de facto y organizar procesiones con antorchas no es menos terrible». Sobre la guerra entonces la advertencia: tarde o temprano habrá negociaciones, pero no rápidamente y sólo según nuestros términos. Hoy se esperan posibles noticias del foro de Vladivostok, al que debería asistir el mismo presidente Putin.
Vatican News